ÁLBUMES 2018: HONEY - ROBYN (Suecia)

"Una vez que entras en esta forma de relacionarte con la música de baile en un club que realmente se trata de estar en el espacio en el que estás y sentir tu emoción con la gente que está allí y simplemente disfrutarla juntos, la música cambia... ...Las canciones pop tienen sus máximos, pero con la música de club, se trata del ritmo y el gusto en el que te encuentras en ese momento, montando una ola. El baile cambió mi forma de escuchar música" (Robyn, para Pitchfork, 2018).

Pasaron 8 años (gracias a Dios no 84) para que Robyn, la considerada por muchos como la "Madonna sueca" sacara nuevo material solista luego de su joya pop "Body Talk" al que únicamente les siguieron algunas aventuras esporádicas con sus coterráneos Röyksopp y los británicos Metronomy. En esta última agrupación, vale recalcar que se encuentra el vocalista Joseph Mount, con quien luego de las colaboraciones se hizo muy amigo.

No debe extrañarnos para nada que Mount sea entonces el productor principal de este nuevo trabajo, pero lo que si debe es que su trabajo detrás de la artista es más que sobresaliente, superando a inclusive a los últimos con su banda.

Robyn por otro lado se mantiene intacta y hasta suena más vitalizada que otras artistas pop a quienes casi le dobla en edad. Ello se debe que entendió que no debía sacar un nuevo Body Talk para complacer a sus fans que la esperaron por mucho tiempo, sino que debía buscar el sonido que más le complaciera y con que se sintiera a gusto de regresar (ella para nada se siente aprisionada).

Ese nuevo sonido es más pausado, menos "rompedor" que el anterior, pero lo que le falta en eso lo gana en ser más seductor. Tan solo 9 pistas conforman esta colección que además de hacernos bailar nos maravilla en momentos puntuales en donde la experimentación y el pop van de la mano dando saltitos como enamorados.

La obra se abre con "Missing You" el single de regreso de la artista, y siendo así era de esperarse que sea la que más se asocie con sus trabajos anteriores. Según el "track by track" que hizo la rubia con Pitchfork, el orden de las canciones en el disco coincide con el orden en que fueron elaboradas, quizás de ahí venga esa sensación. Este tema es todo un himno como lo fue "Dancing On My Own", con unos sintetizadores revoloteando como mariposas sobre la pista de baile, donde ahora la más madura Robyn ya no se cuestiona su soledad, sino afirma que sigue extrañando a su ex.

"Human Being" es un grower total (solo al principio parece aburrida) en donde el trabajo de Joseph ya se puede notar y también cuenta con la colaboración de Zhala, compatriota de Robyn quien hace unos años firmó por su sello Konichiwa Records. Con algunas reminiscencias a Kate Bush le sigue la brillante "Because It's In The Music" de un bajo bailarín que marca el compás de un tema para dar palmadas y sentirte liberado/a.

"Baby Forgive Me" es temazo, tranquilón casi místico, para cerrar los ojos y sentirse estar flotando. A partir de aquí quiero destacar a los samples, que pese a ser pequeños detalles marcan la diferencia en las canciones, es algo de lo "nuevo" que puedo notar en esta Robyn que volvió y me enganchó. Y hablado de eso, perfecto es el enganche que se da para que llegue "Send To Robin Inmediately", el tema central del disco que tiene un reconocible sample de "Frech Kiss" de Lil' Louis. Es emocionante, te eriza la piel y llega en el momento justo, a la mitad del álbum.

"Honey" es otro de los temas ya conocidos, aunque suena muy diferente a la que cerraba la última temporada de la serie Girls. Esta es más sofisticada y menor "banger", también tiene como un in crescendo que intenta hacerla más emocionante y creo que lo logra convirtiéndose en otro tema destacado más del disco.

Y "Between The Lines" es puro "90´s feels", el hitazo que te entra desde la primera escucha gracias a sus teclados del estribillo que te harán sacudir apenas lo escuches, irresistible número en conjunto con el productor Klas Ahlund de gran trabajo. Luego de ese puro éxtasis llega el tema más experimental, "Beach2k20", un track de mas de 5 minutos de alucinaciones con paisajes caribeños que es una verdadera exquisitez, su cadencia es tan hipnótica que no podrás despegarte de ella.

Para finalizar un disco uno tiene dos caminos, hacerlo de la forma mas sentimental posible o elegir el sendero de cerrar trasmitiendo vibras positivas. Robyn eligió lo segundo, el disco ya estaba terminado con 8 canciones pero "Beach" le daba un cierre con sabor a poco, necesitaba rematarlo y de buena manera. Así nació entonces "Ever Again" el último tema en ser incluido, con una evidente influencia de Metronomy (hasta parece que la misma banda colabora) que se encarga de dar un punto final más optimista y luminoso al trabajo.

"Honey", y que me perdonen los fans de Body Talk, es hasta hoy lo mejor que ha salido de la reina del pop europeo de este siglo XXI, es su trabajo más experimental, reposado y para todos los gustos (no hay que olvidar que Robyn tiene un arrastre tremendo de oyentes de la comunidad LGBT) comprimido en 40 minutos. Además un fuerte candidato al disco del año de los pocos que van surgiendo en este último tramo.



Puntaje del disco

1.  Missing U  (9)
2.  Human Being  (8)
3.  Because It's in the Music (8,5)
4.  Baby Forgive Me  (8,5)
5.  Send to Robin Immediately  (9)
6.  Honey  (8,5)
7.  Between the Lines (9)
8.  Beach 2K20  (9)
9.  Ever Again  (8)

Especial para: Como toda la música de Robyn, para bailar por "nosotros mismos".



Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto