Rozi Plain : Prize



Número Especial en el Blog

8





ÁLBUM

PAÍS :  INGLATERRA
GÉNERO:  DREAM FOLK
CANCIÓN ESTRELLA: HELP


A lo largo de su discografía, la bristoliana Rosalind Leyden ha sabido evolucionar su sonido, lo cual es muy notorio comparando su primer álbum "Inside Over Here" (2008) un disco enteramente de sonidos folk repleto de instrumentos campiranos, con el inmediatamente anterior a su nuevo material, "What a Boost" (2019), cuyo título parecía tomar con ironía ese cambio a la música más jazzera y de un blues bien minimalista.

En su nueva apuesta "Prize" continúa con esa premisa (violines, arpas, hay de todo) pero añade otra variable más a la ecuación, la psicodélia de  sintetizadores, haciendo de este su trabajo más accesible gracias a los nuevos riffs y texturas  que encajan a la perfección con ese mood tranquilo por el cual transitan las 10 canciones. Otro instrumento clave que se suma a la función es el saxofón, que aparece a cada tanto como un  invitado especial (el conocido Alabaster dePlume, el encargado) y que logra llevarse toda la atención en la preciosa "Spot Thirteen"

Más que canciones, el disco parece presentarnos alegorías acompañadas por música, letras sencillas que se repiten para dar enfasis en un estado de ánimo o pesamiento como en "Prove your good". Ninguna canción inicia con una intensidad y potencia que rompa con la suavidad que pretende "Prize", pero eso no quirere decir que terminen de esa manera, a cada tanto hay algo que despierta nuestras emociones como en el torbellino de sintetizadores de "Painted The Room" o el cierre lleno de éxtasis de "Sore".

Este es sin duda el disco más inmediato de Rozie Plain, tiene algunas de sus mejores canciones como la bonita "Complicated" o la misteriosa "Standing Up" (el piano de la intro es... ¡uf!), pero la que termina por meterse en nuestra cabeza y sea quizás el futuro clásico de la cantautor, es ni más ni menos que "Help", un exquisito dream pop con tintes barrocos el cual nos hipnotiza con un estupéndo riff de teclado que simula a un arcodeón, y su delicioso estribillo que parece hablarle al viento: "When it goes, You won't even know".

Un disco redondo para quienes gusten tanto lo que esta siendo este nuevo renacer del "freak folk" que ya tuvo a Florist como gran revelación el año pasado, como o si lo tuyo es pasarla chill con dream pop más como los que hacían Mac DeMarco o Men I Trust.

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