En la noche del 15 de abril, cerrando coincidentemente el día mundial del arte, el Bosque los Artistas fue testigo de un evento musical acorde a la celebración. Sara Cañiza, una de las artistas nacionales cuya carrera ha despegado de gran manera en los últimos 2 años (y cuyo techo aún ha llegado), nos tenía preparado un show íntimo y muy especial junto a varias de sus colegas cantantauras; un recital que no hizo otra cosa más que confirmar lo que ya se sentía desde hace tiempo en nuestro panorama musical capitalino: Es el momento de ellas.
El aún corto pero muy notable repertorio de Sari Carri se vió reforzado por composiciones de algunos de los nombres más representativos de la gran generación "Sorora" de mujeres de la música paraguaya en los últimos años (digna de un documental al respecto), como lo son Mar Perez, Paty Latorre, Lucero Sarambi, Rocío Robledo, Gea Cáceres o Stefy Ramirez, e incluso de las que apuntan a serlo a futuro como Merce.
"El Bosque" no podía ser un lugar más ideal para la cita, este se sentía como un sitio mágico, lleno de plantaciones, lunas y esferas brillantes que acompañaban perfectamente al carácter acústico y noctívago de la gala, una que que se caracterizó por sus canciones al desnudo, constantes anécdotas preliminares, cameos castellanizados de temas en inglés, revelaciones de signos zodiacales y por su puesto, el gran apoyo y la amistad que se demostraron entre sus protagonistas, el factor que ha sido precisamente fundamental para que hoy contemos con cada vez más talento femenino haciendo música.
Con un look imponente (a lo Annie Clak, como me dirían por ahí) Sari subía al escenario y tomaba a la que sería compañera durante un poco más de una hora de show; su preciosa guitarra. Mientras, que a su lado se ponía a punto Vetner Lopez, quien sería el encargado de marcar el ritmo en las percusiones, (cumpliendo por cierto un trabajo encomiable)..
Y no podía ser otra que "Besos de Luna" la que abriera la noche, era tan ideal tanto por la ya mencionada panorámica llena de astros que nos acogía (el toque de los aullidos de esta canción es un plus), como para saber cual sería camino que tomarían las siguentes interpretaciones. La más inmediata en continuar por este bagaje sonoro fue "Incertidumbre", canción que hizo subir a Gea Cáceres al escenario para cantar juntas su composición conjunta, superando triunfalmente los primeros problemas técnicos que se sufrió al inicio para al finalizar despedirse con un cálido abrazo.
La segunda en marcar presencia fue Merce, y como era de esperarse era el turno de escuchar "Can't Wait To Be Pretty" entonado a dúo en una versión totalmente estremecedora de la que fuera una de las mejores canciones del año pasado. Luego, nuevamente Sari quedaría a solas con nosotros para cantarnos "Qué Buscas?", la canción con la que la conocí y a la que estimo mucho desde ese entonces.
Tras un discurso en donde Carri la destacaba como una inspiración, Rocío Robledo tomó al micrófono para regalarnos una sobrecogedara versión de "Techaga'u" que vaya que mereció sus fuertes aplausos finales. Le siguió Mar Perez junto al teclado Korg, para interpretar "Green Feel" que inesperadamente trajo devuelta a Gea Cáceres formando así un sensacional y prometedor power trío.
El máximo hit de Sari hasta la fecha, "Sábanas", tuvo también su momento estelar junto a un mayor acompañamiento del público (la tradicional barra brava), mientras que la romántica "Hablamos" le dió continuidad con un dominio vocal envidiable de la artista, quien continuaba brillando pese a que cruzando la calle había también música sonando.
La siempre genial Stefy Ramírez una vez más se apoderó del escenario para cantar "En el fondo del mar" animando al final a los demás que la acompañaran. Más tarde escucuchamos "Otra Piel", la cual desmostró la gran versatilidad de la autora de "¿Vas a llegar? para interpretar toda la canción, incluyendo su sección de rap.
"Oda al amor desapegado" invitó a su autora Lucero Sarambi para bendecirnos con su invaluable talento (así como su extraordinario nuevo look), en un dúo demasiado precioso de creer. Lastimosamente ya estabamos llegando al final, y la última invitada en marcar presencia (y en revelar su signo zodiacal) fue Paty Latorre, que una vez más demostró ser toda una "frontwoman", preparando primeramente al público para sumarse a los coros y luego trayendo a varias de la chicas que compartieron la noche de vuelta sobre el pequeño stage, mientras ella se imponía cantando "Sol" con su ya conocida poderosa voz.
Pero claro, aún no se acabó, nos faltaba aún una canción que la guardaron calculadamente para el cierre, la rompedora "Coco" que, valga la redundancia, rompió con el estilo acústico y sereno de la noche para ponernos a bailar un poquito y regalarnos una imagen emotiva de un colectivo de mujeres nacionales cantando juntas a coro la canción de otra, como retribuyendo a la persona quien tuyo el valor de hacer posible una velada como esa, que de alguna manera celebró el arte hecho por mujeres en una fecha que lo conmemoraba.
Ya no es novedad decir que lástimosamente Paraguay no es uno de los países que más apoya este sector tan importante como cualquier otro, pues es el que nos hace sentir vivos, el que advierte que estámos aquí y que nos hace pensar somos algo en este mundo. Esto lejos de derrumbar a nuestros artistas los motiva a unirse aún más para seguir adelante, y lo que estan haciendo especialmente las chicas de la música paraguaya es sencillamente digno de admirar. Todo lo que logran por supuesto que será recordado (estoy seguro), así como escribiendo estas líneas quiero también que este show acústico que Sari Carri nos regaló, lo sea igual.
Ah... Y como ya lo dijera ella misma en la noche del sábado, estando junto a su guitarra y luciendo esos tacos altos "imposibles": "Aguante la autogestión (en la música, claro)"...