ÁLBUMES 2017: MUSAS, VOL. I - NATALIA LAFOURCADE & LOS MACORINOS (México)

"Ha pasado tanto tiempo
Finalmente, descubrí tus besos. Me enredaste en tu mirada. Me abrazaste con todos mis defectos. Tú sí sabes quererme. Tú sí sabes adorarme. Mi amor, no te vayas. Quédate por siempre, para siempre. Para siempre amarte" (Natalia Lafourcade, Tú Si Sabes Quererme, 2017)

Mientras que ahora la música latina va pasando por un “dulce momento” a nivel mundial y mientras que medios respetados como Pitchfork van perdiendo su criterio (o abriendo su corazón al fin) reseñando increíblemente a artistas latinos comerciales (antes el medio alababa al Guincho y a Carla Morrison, hoy lo hace a Bad Bunny y a Romeo Santos por dar unos ejemplos), tal parece que el mundo (y el mismo P4k) se ha olvidado que este año el talento hecho mujer a quien la llaman Natalia Lafourcade a lanzado nuevo disco, sucesor de su alabado por la critica y publico, ganador del grammy latino “Hasta la Raíz (2015)”

Un nuevo disco al que la artista llamó “capricho”, uno que tenía guardado hace tiempo y que por fin se animó a darle forma final. Mucho tuvo que ver para que esto ocurriera el encuentro (y enamoramiento) que tuvo la artista con el dúo llamado Los Macorinos (Juan Allende y Miguel Peña), artistas de música folklórica que habían acompañado a la carismática Chavela Vargas en sus últimos trabajos.

La idea era clara, hacer un homenaje al Folklore Latinoamericano, algo que ya no es extraño en Natalia ya que esta acostumbrada y tiene antecedentes de varios homenajes, pero este era algo mucho más personal, un proyecto más grande que abarcara las raíces latinas, más general de lo que fue su disco Mujer Divina del 2012 que fue mas centrado a la música mexicana, de Agustín Lara.

La Lafourcade es una inquieta, y a pesar de medir no más de 1,49 cm. de estatura tiene un talento gigantesco para componer y para actualizar canciones antiguas sin que pierdan el toque tradicional, de hecho en este disco llamado “Musas Vol. I”  (Sí, esta dividido en dos partes, la segunda todavía no llega) ella prescinde de cualquier efecto electrónico que haga que las canciones no suenen naturales.

Este primer disco se compone tanto de temas propios (pistas 1, 2, 3, 5, 6 y 12) como de covers de grandes exponentes de la música latina como el ya mencionado Agustín Lara, Violeta Parra, Simón Díaz, Roberto Cantoral y otros. Todos estos interpretados de manera magistral y dando destaque total a la voz de la cantante (una de las mejores de la actualidad). No obstante, para quienes la conocieron por “Hasta La Raíz” me temo que se llevarán una pequeña decepción, porque aquí se deja de lado la inmediatez para volver a lo de “escucha difícil y profunda”, de hecho el disco empieza de forma engañosa, algo que puede descolocarte al ir escuchando los temas siguientes, de clima tranquilo.

¡Miguelito! le dice Allende a Peña para dar inicio al disco con un temazo incontestable titulado “Tú si sabes quererme” que aunque pareciera estar dedicado a un hombre, este lo hace a la tierra, nuestra tierra que siempre sabe querernos como a nosotros nos gusta. El tema es un despistador rotundo por su estilo casi festivo y pop, de guitarras que te invitan a bailar y percusiones que le dan un toque moderno que se diferencia de las 13 siguientes pistas. Y para ser simpático (vaya que me sale forzado), ¿El final de la versión del videoclip no es parecido a lo que hacen al final de Despacito? Desde luego no hay comparación entre estos polos opuestos, pero me parece gracioso que los dos terminen en una pachanga así.

En “Soledad y el Mar” nos encontramos con  la línea acústica verdadera de “Musas”, como si fuera el relajo después de la fiesta que fue su álbum anterior y que termina con la primera pista de este material (de hecho así lo tomó Natalia). Esta composición propia nos transporta a las playas veraniegas a cuales acudimos en busca de relax. Los coros de los Macorinos le dan ese toque antiguo y nostálgico.

“Mexicana Hermosa” es una ranchera a guitarra (Muy Chavela) dedicada a su patria y a sus mujeres, las musas. La forma de cantar de Lafourcade suena cual arrullo que te atrapa (a mi me enamora no voy a negar) tanto que puedes conectarte con los versos, aunque no seas del mismo país.

Le sigue el excelso cover de “Que he sacado con quererte” en donde al principio parece ser una imitación simple a Violeta Parra pero a medida que va avanzando la canción, la voz protagonista se vuelve mas portentosa y la instrumentación simplemente magistral con unas cuerdas a lo Five Leaves Left de Nick Drake.

“Rocío de todos Los Campos” continúa con la temática de la tierra y la naturaleza, en una pista que destaca por los altos de su estribillo y su final con instrumentos de viento de fondo. “Mi Tierra Veracruzana” es otra de las canciones alegres increíblemente compuesta por la mujer divina, cuando parece un tema hecho hace 50 años. Me fascina la parte en que la guitarra entra con fuerza y los Macorinos dicen “Café con pan, café con pan...” quizás porque me dan muchas ganas de merendar con ello.

Y qué temazo es el “Te vi pasar” de Agustín Lara en ese estilo corrido tan gentil que nos propone el disco. Tanta es la astucia de esta versión que incluso esos susurros a la oreja que te da la mexicana en cierto momento le quedan perfecto. Como se dice, un “highlight”.

La tranquilidad vuelve en “Son Amores”, tema en donde ya aparecen tanto campanas, órganos y pianos para sumar nuevos matices a lo más oscuro y experimental que tiene el volumen I (según la artista el siguiente disco lo será mucho más), un pequeño viaje luego de tanta alegría anterior.

Omara Portuondo, la artista cubana de más de... ¡ochenta años!,  presta su voz para un dueto hermoso en “Tu me acostumbraste”, una pieza que nos transporta a la época clásica de los boleros y que continúa con el “Soy lo prohibido” de Cantoral, en donde la voz de la artista suena como salida de los bares nocturnos. Atención a los tintes de oscuridad que también posee esta versión.

El último punto alto llega de la mano del dúo de guitarristas tomando más protagonismo junto con la mexicana en el tema más hermoso instrumentalmente hablando “Tonada de luna llena” (qué nombre) siendo la única del disco con tintes épicos y de por lo menos 5 minutos de duración. El cierre se da con otra gran versión del “Vals Poético”, un final que nos deja quizás un poco frío, seguramente porque ya sabemos que esto tendrá una continuación. Creo que por eso decidieron poner este tema casi un interludio como cierre, para darnos más expectativas para lo que vendrá.

Es así entonces como se dió el regreso de una de los grandes nombres de la música latina de nuestro tiempo, sin mucha repercusión posiblemente pero con una obra que no deja de desbordar calidad. “Musas” en un gran homenaje a la música folklórica de nuestro continente y que sólo Natalia Lafourcade podía hacerlo así de bien (No como otras que hicieron un bochorno... ejem... Mon Laferte ya me encargaré de ti luego). Un disco que sólo la gente latina o quienes conocen bien esas raíces comprenderán su magnitud sentimental, porque el disco fue especial para nosotros, no para los gringos y europeos. ¡Buena esa Nati!

Esperamos con ansias la continuación que desde ya tiene una vara alta por igualar o superar.


1. Tú Sí Sabes Quererme (10)
2. Soledad Y El Mar (8,5)
3. Mexicana Hermosa (8)
4. Qué He Sacado Con Quererte (9)
5. Rocío De Todos Los Campos (7,5)
6. Mi Tierra Veracruzana (8)
7. Te Vi Pasar (9)
8. Son Amores [That's Amore] (8,5)
9. Tú Me Acostumbraste [feat. Omara Portuondo] (7)
10.  Soy Lo Prohibido (8,5)
11. Tonada De Luna Llena (9)
12. Vals Poético (8)

Puntaje del disco: 8,5
Especial para: Irte al lugar mas relajante de tu hogar, montar una hamaca, colocar el CD en una radio común y dejarte llevar por las melodías relajantes que te transportan al pasado.

 

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