ÁLBUMES 2017: AGUA ARDIENTE - LOS ESPÍRITUS (Argentina)

"Las armas las carga el diablo y las urnas si está de humor, si le anda la lapicera le agrega un verso a la constitución" (Maxi Prietto, letra de Las Armas las carga el Diablo).

La escena independiente argentina está creciendo de forma considerable. Lo que antes era sólo “El Mató” hoy es una gran cantidad de bandas emergentes que ya no sólo provienen de la capital, sino de las demás provincias del vecino país.

En el famoso barrio La Paternal de Buenos Aires (Lugar en donde naciera por ejemplo el gran Pappo) un grupo de 6 amigos deciden tocar juntos, y se decantan por hacer un buen blues rock. En ese momento según cuenta la leyenda en el sitio se empezó a sentir una especie de soplido (No, que no era el de la Rosa de Guadalupe, una vez más), como el de unos espíritus queriendo comunicarse. El grupo sintió y recibió el mensaje, ellos estaban destinados a ser la nueva gran banda argentina ¿Cómo se llamarían? Pues nada de otro mundo… o bueno puede que sí: se bautizaron como Los Espíritus.

Empezaron a grabando unos cuantos EPs sobre la misma temática de lo espiritual, lo místico y algún que otro gatito. Luego debutaron con un disco homónimo con mucho blues rock y de nuevo letras místicas que los dieron a conocer en su país. El espaldarazo final para la internacionalización se dio en su siguiente material “Gratitud” que los llevo a conquistar América con su ya singular estilo de mezclar las raíces del rock (Donde Manal sería su influencia más perceptible) con ritmos que tenían una mística selvática casi indígena, añadiéndole a todo esto letras más narrativas.

Ya con el éxito instalado en el panorama más underground de Latinoamérica, les faltaba sólo el siguiente paso hacia la consolidación, hacer un disco tan bueno que cause tanto impacto que los lleve a los festivales más grandes, no solo del continente, sino también del otro lado del océano, donde también hablan nuestro idioma. Ese disco se llamaría “Agua Ardiente” y llegaría con todo su esplendor el primero de mayo de este año.

En él se podía notar un leve cambio de estilo, las canciones sonaban festivas, bailables y sin mucha distorsión (Tuvo que ver el hecho que se haya grabado en vivo en los estudios El Attic) y la voz de Maxi Prietto, el vocalista principal, ahora estaba bien pulida sonando a una especie de fusión entre Bob Dylan, Juanse de Los Ratones Paranoicos, Calamaro y el Chavo del Ocho. Las letras tomaban un tinte mucho más social (demasiado, pero se agradece pues era justo lo que necesitábamos) sin dejar de lado las historias callejeras bien narradas.

Sólo 10 canciones componen este Agua Ardiente constituido como un LP de dos caras (La A y la B) y tal como se lo presenta suena a clásico. El título de la obra no hace referencia a la conocida bebida sino al poder de los mares y los ríos, lugar predilecto de la banda a la cual varias canciones ya ha dedicado.  La portada pintada de colores cálidos es como si nos mostrara los cuatro elementos (agua, fuego, tierra y aire) en un ambiente bien natural del que ellos se muestran defensores. Los elementos como verán, serán descritos (¿Sin querer?) en las canciones del disco, así que, qué tal si le hacemos una repasada para comprobarlo.

“Huracanes” empieza como toda una fiera por medio de un riff blusero que comanda la canción. Ella avanza y crece entre golpes de baterías y solos de guitarras, mientras Prietto nos habla sobre el hecho de ser fuertes. El elemento aquí es el viento, el que simboliza la fuerza. Es casi una acertada del grupo puesto que unos meses después de la publicación del álbum el tema de los huracanes estuvo de moda por los sucesos que estaban ocurriendo en el norte del continente. Me recordó a esta canción al instante.

A continuación, tenemos al hit, el primero de la banda llamado “Jugo” que simboliza al siguiente elemento, el agua. Guitarras psicodélicas burbujeantes (al principio con un solo Gilmouresco) dan vida a una canción con compás de aires Western y un riff casi pop hecho con teclados. Es bailable e irresistible, con las reiteradas escuchas el estribillo se vuelve monumental, hasta te dan ganas de corearlo junto a un estadio repleto.

“Perdida en El Fuego” (ya no hace falta decir a que elemento representa) es una balada blues con tintes folk de unos arreglos geniales de guitarra que recorren la canción como ambientándola. Cantada por Santiago Moraes, está inspirada por un libro del mismo nombre, lo que no sabemos bien es si la letra habla sobre una bruja auténtica o sobre una mujer al que le ha llegado el Karma representado por el fuego, pero como ya se acerca Halloween apostaremos por lo primero.

El último elemento que nos queda es La Tierra, y “La rueda que mueve al mundo” un temazo Manalesco descomunal es precisamente un himno dedicado a nuestro maltratado planeta. Su letra es fantástica, nos advierte sobre lo mal que estamos actuando haciendo girar una rueda destructura que tarde o temprano nos devolverá todos los “favores” que le andamos haciendo a la tierra, es eso precisamente lo que está pasando con los desastres naturales que estamos viviendo en la actualidad. El mood campestre y alegre del tema te invita a bailarlo cantarlo concientizarte al mismo tiempo mientras vas conduciendo por la carretera.

Ahora pasamos a los sonidos más actuales, pues “Esa Luz” no tiene nada que envidiarle a las canciones indies internacionales de este año. Con unas líneas de guitarras que nos recuerdan al piano final de “Heavy Seas of Love” del debút de Damon Albarn, la canción  de pop psicodélico nos habla con un tono melancólico sobre buscar y encontrar “nuestra luz” aquella que nos llevara a hacer todo lo que nos proponemos. Pese al mencionado aire desganado el tema resulta bastante motivador para malos momentos. Así es como termina el lado A.

El siguiente lado empieza “La Mirada” que es otro tema muy bueno. Nos cuenta de manera bien descriptiva, como si de una película de vaqueros y disparos se tratara, los pensamientos de unas personas viajando apretados en el metro de un subterráneo. Empieza con un breve suspenso para luego desembarcar en un ritmo bien funky y sexy cual “The Thrill is Gone”, de hecho la puedes cantar encima y no se notará la diferencia.

En “Mapa Vacío” ya podemos notar que esta segunda parte lo primordial serán las letras. Con un ritmo bastante simpático y la voz singular de Moraes que impone nuevamente su personalidad al tema nos hacer pasar un buen rato, y sí, puede que nos haga bajar un poco la intensidad que estaba bien alta hasta esos instantes. A continuación, le sigue el ganador a la mejor letra del disco, la más ingeniosa y la más picara, “La Armas Las Carga El Diablo”, un blues rock que va contra los políticos, los periodistas, los policías, los encagados de hacer justicia, y porque no a toda la humanidad que siempre cae tentado por el cornudo para hacer fechorías. Temazo digno de un Dylan, nada más que decir.

Para ir terminando, no hay nada más emocionante que los dúos, y en “Luna Llena” tanto Prietto como Moraes unen sus voces formando una sola para esta desoladora canción, una balada folk que se convierte en el punto más alto del disco en cuanto a emotividad se refiere.

La travesía se cierra con el boggie de “El Viento” (¡regresó el primer elemento!) que nos vuelve a traer el mensaje principal, el de cuidar al mundo a que vivimos, a su gente, a los animales. Puede parecer un cierre flojo, para lo que se podía esperar, pero no hay que subestimar a la pieza, estamos ante una bestia y esto en vivo ha de ser una verdadera “procesión espiritual” (las pausas cuando dice “No enseñes a tus hijos…” le delatan vilmente). El disco termina así ofreciéndonos una gran satisfacción y dejándonos con las ganas de volver a darle play, pues, varias de sus frases (muchas legendarias desde ya) se nos han quedado grabadas en nuestra mente y las queremos volver a escuchar.

"Agua Ardiente" es el disco de consagración definitiva de Los Espíritus, posiblemente su “Canción Animal” si se pude hacer la comparación (Gratitud seria como su Signos o Doble Vida). El disco suena a clásico y tiene varias canciones que serán recordadas con el tiempo cuando hablemos de música iberoamericana del 2017.

La primera parte es claramente superior a la segunda, pero eso no quiere decir que el disco sea uno que no suene redondo, porque lo es, cada pista tiene su encanto y a medida que más lo reproduces más lo vas descubriendo. Es así como le vas tomando cariño a este Agua Ardiente un trabajo que se puede volver tranquilamente en uno de tus favoritos.

Los Espíritus han hecho uno de los discos del año en el ámbito iberoamericano, uno que los convierte en estrellas y que los eleva hacia el trono de la banda argentina más importante de la actualidad. Como dicen al empezar el disco, ellos: “Como mares que quiebran las rocas, o huracanes que llevan las olas” así de fuertes son.


Puntaje del disco


1. Huracanes (8,5)
2. Jugo (9,5)
3. Perdida En El Fuego (9)
4. La Rueda Que Mueve El Mundo (9,5)
5. Esa Luz (9)
6. La Mirada (9)
7. Mapa Vacío (8,5)
8. Las Armas Las Carga El Diablo (8,5)
9. Luna Llena (8,5)
10. El Viento (8)

Especial para: Escucharlo en vivo, todavía no lo hice (espero hacerlo) pero creo que ahí sería monumental.



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