“Nunca podría creer las cosas que me haces, nunca podría
creer como eres. Todos los días bendigo el día en que tu llegaste a mí. Porque nena, creo que eres una estrella” (Ty
Segall, Every 1’s A Winner)
Ty Segall es sin duda uno de los emblemas del Garage Rock (aunque
a veces rompa con esta etiqueta) de nuestra generación, un personaje que cuya
música pese a estar inmersa en el moderno nuevo milenio, éste trabaja incansablemente
como si estuviera viviendo la explosión del rock en los 70´s.
Desde su debut homónimo en el año 2008 nos ha entregado religiosamente
un álbum por año (sin olvidar que también cuenta con varios proyectos
paralelos), un ritmo de trabajo descabellado para las nuevas generaciones. Esto
sumado a su música guitarrera sin casi nada de adornos modernos le trajo una
ola importante de fans, aquellos que conciben la idea que música rock nunca
debió dejar de ser tener esa escencia.
Y es así, como ya se estaba haciendo costumbre, siendo la
última semana de enero tenemos a nuestra disposición el décimo álbum de estudio
del californiano, “Freedom´s Goblin”, primero de su discografía que llega por
fin a conquistarme. Pero… ¿Por qué?
Como recordarán ya el año pasado me había llamado la
atención su segundo LP titulado “Ty Segall (2017)” en especial la canción
“Orange Color Queen”; posiblemente aquello ya era un indicio de que su
capacidad creativa estaba en ascenso y eso a su vez colaboró para que reciba
con expectación este material. Cabe recordar que Segall ya tiene 30 años, así
que llamar a “Freedom’s Goblin” su disco de madurez no está lejos de la verdad.
El siguiente trabajo a diferencia del anterior es mucho más
extenso (19 canciones) pero eso no impide que se muestra mucho más sólido que
cualquier trabajo que ha hecho, con canciones rockeras bien prolijas sonando a
pop, blues, grunge, hard rock, folk, en fin, muy variadas.
Ya en su inicio nos damos cuenta de que estamos frente a
algo grande, “Fanny The Dog”, una
intro más potente imposible, Algo festiva por la adición de unos instrumentos
novedosos en la música de Segall, vientos, que van acompañando a la batería siempre
inquieta y la guitarra sucia y desprolija de Ty que le canta a su chica y se
despide de ella con un solo de guitarra para luego pasar al piano e iniciar la
genial segunda pista.
“Rain” es un
temazo a lo Tom Yorke y su Radiohead, una balada cuyas baterías esporádicas nos
hacen u flashback cerebral, llevándonos hasta el “A Day In The Life” de The
Beatles. En el estribillo “You can make the rain” ya nos damos cuenta que el
máximo atractivo de este trabajo serán esos saxos y esas trompetas.
Un stoner riff abre “Every
1’s A Winner” otra canción de amor que mantiene viva la llama del glam
rock, ese que específicamente T. Rex nos legó y “Despoiler Of Cadaver” por otro lado parece un disco funk que fuera
compuesto por el mismísimo Mike Oldfield que te invita a la pista de baile. Las
cuatro primeras pistas ya de muestran totalmente diferentes y eso gusta.
“When Mommy Kills
You” luego de una estupenda intro de parte de una batería y el golpe un
piano aumenta la velocidad en una canción que juega con ser una infantil a
través de su simpática letra, y “My
Lady’s On Fire” parece ser la continuación de “Orange Color Queen” en una
balada bien setentera que tranquilamente la pudo componer un joven David Bowie.
Un tímido órgano progresivo nos da la bienvenida a “Alta”, uno de los puntos altos del
trabajo que bebe del buen grunge y rock alternativo de los 90’s. Sorprende un
estupendo y alargado solo de guitarra, con los pocos que oímos así de buenos
hoy en día. Apenas escuchamos los compases de “Meaning” y parece que en cualquier momento tendremos a James
Murphy cantando, pero luego unos efectos raros de guitarra y cambio repentino
nos presenta a otra persona colaborando con la voz, que es más ni menos que
Deneé, esposa del artista. Suena tan cool y alternativo.
En un abrir y cerrar de ojos ya
estamos en el ecuador del disco que todavía tiene mucho por ofrecer. Con “Cry Cry Cry” el cabezón resucita (y
bien que hacía falta) por 3 minutos al querido George Harrison y en Shoot You Up, un tema mucho más pesado
(Cuya intro de la voz acercándose y alejándose me fascina) parece que vocalmente
continua con esa premisa.
“You Say All The Nice Things” es un precioso folk rock que en su
último minuto vuelve desprender algo de furia, “The Last Waltz” un tema que recuerda en todos los aspectos a The
Band, y es como nos dice, un vals para agitar nuestros vasos de cerveza. Hay
espacio para el Heavy Metal que se hace presente en la descomunal “She”, y de nuevo otro brillante solo de guitarra salvaje aparece, ésta vez
con la técnica del tapping. 6 minutos del mejor rock and roll en mucho, mucho,
mucho tiempo. Qué temazo.
Luego de “Prison”, un interludio que prosigue a la anterior canción tenemos
a “Talkin 3” donde Segall juega a
ser su ídolo Iggy Pop con los Stooges, y en “The Main Pretender” una especie de Josh Homme, una canción con un
Groove impresionante marcado por el saxofón de Mikal Cronin, héroe de esta gran
noche.
“I’m Free” no esconde para nada su fuerte influencia de la ola
provocada por la invasión británica (The Beatles, The Who, The Zombies) resultando
en una de las más hermosas canciones, la más templada de esta segunda parte
dedicada al “escándalo”. “5 FT. Tall” continúa
por ese camino precisamente en una potente y cambiante interpretación.
El disco se cierra como los
grandes del de rock and roll tenían la costumbre de hacer en su tiempo, con un
épico tema: “And, Goodnight”, gran blues
rock de 12 minutos cuyas letras fueron extraídas (robadas) de su propio álbum
“Sleeper” de 2013. Toda la pista es un derroche de talento con las “violas” que
en volúmenes altos ha de sonar brutal, en vivo todavía más. En el minuto 7
ocurre algo curioso, descubran de que se trata por ustedes mismos.
De esa forma más de 70 minutos se
pasaron en un santiamén, gracias a la alta gama de variedad y entretenimiento
que nos ofrece Ty Segall en su último “Freedom’s Goblin”. En el parece que
nuestro querido amigo ofrece un espectáculo donde se dedica a homenajear a sus
héroes sin perder su esencia (Escuchamos a Ty no a los demás).
Un gran disco que puede ser la
transición perfecta para volver a resucitar al rock guitarrero y por ende uno
de los discos del año. ¡Oye, necesitamos más de éstos!
Puntaje del disco
2. Rain (9)
3. Every 1's a Winner (8)
4. Despoiler of
Cadaver (8,5)
5. When Mommy Kills
You (8)
6. My Lady's on Fire (7,5)
7. Alta (9)
8. Meaning (8)
9. Cry Cry Cry (8)
10. Shoot You Up (7,5)
11. You Say All the
Nice Things (8)
12. The Last Waltz (7,5)
13. She (9)
14. Prison (-)
15. Talkin 3 (8,5)
16. The Main
Pretender (8)
17. I'm Free (8,5)
18. 5 Ft. Tall (8)
19. And, Goodnight (8,5)
Especial: Para una buena dosis de buen rock clásico, pero al estilo moderno