"Voy a crear un canto para poder existir, para mover la tierra a los hombres y sobrevivir. Para curar mi corazón y a la mente dejarla fluir. Para el espíritu elevar y dejarlo llegar al fin. Yo no nací sin causa, yo no nací sin fe. Mi corazón pega fuerte para gritar a los que no sienten y así perseguir a la felicidad." (Natalia Lafourcade, Derecho de Nacimiento, 2012)
1. Danza De Gardenias (8,5)
2. Alma Mía (9)
3. Hoy Mi Día Uno (9)
4. Tus Ojitos [Vals De La Guardia Vieja] (8)
5. Duerme negrito (8,5)
6. Luz De Luna (8)
7. Derecho De Nacimiento (9)
8. Eclipse (9)
9. La Llorona (9,5)
10. Desdeñosa [feat Omara Portuondo & Eugenia Leon] (7,5)
11. Te Sigo (8)
12. Humanidad (8)
13. Gavota (7,5)
Especial para: Los amantes de la musica tradicional latinoamericana, preferentemente que lo escuchen solos en una noche bajo las estrellas.
Casi 60 canciones habían grabado Natalia Lafourcade junto a Los Macorinos en las sesiones de “Musas” su homenaje para el folclor latinoamericano, así que era evidente que había material de sobra para que sus colaboraciones no queden en un solo trabajo. Esto ya estaba premeditado, el disco anterior llevaba en el título el distintivo “Vol. 1”, que nos hacía pensar que habría una segunda parte, algo que la misma artista efectivamente confirmó varios días después.
Entonces, “Musas Vol.2” para nada debe ser tomado como un disco de descartes de la primera parte, ni tampoco “las segundas opciones” luego de haber elegido ya las mejores canciones. Ahora que pudimos escuchar este segundo volumen la semana anterior queda demostrado esto, y además nos damos cuenta que los dos trabajos son prácticamente como dos entes diferentes surgidos en el mismo periodo de composición, o mejor dicho con canciones que no encajarían estando juntas.
El primer disco era mucho más accesible, uno que tenía grandes temas como “Tu si sabes quererme” (canción iberoamericana del 2017) “Te Vi Pasar” y “Que he sacado con quererte”. La guitarra era un instrumento esencial, que marcaba los ritmos tanto lentos como más rápidos, y en el conjunto había espacio para canciones bien animosas como más reposadas, que por cierto tenían un pequeño toque de experimentación adicional y estaban situadas al final del LP.
Aun así, aquel primer material me fue uno un poco difícil de digerir, donde las escuchas precipitadas se hicieron muy pesadas. Todo esto se debió a que Lafourcade decidió ir en contracorriente luego de su exitoso disco pop ganador del Grammy latino “Hasta la Raíz”, y el cambio radical de estilo fue sorpresivo para mí en ese entonces.
Este volumen 2, por otro lado, es mucho más tradicional y acústico que el anterior, donde la paleta musical se extiende añadiéndose al repertorio estilos como el son cubano, el vals criollo y dándole un destaque especial al folk sudamericano. Mantiene la estructura del anterior, con el hit al inicio, las canciones más pesadas hacia el final y cerrando con un instrumental. Lo que sí varía y se reduce son la cantidad de temas originalmente compuesto por la mexicana quedando esta vez solo 3 (Danza de Gardenias, Hoy Mi Día Uno y Derecho de Nacimiento).
Contando con un tema más en el tracklist excede ampliamente en extensión al primero, debido a las composiciones que superan fácilmente los 5 minutos que están incluidas en este trabajo. Pese a todo lo mencionado, increíblemente el disco me entró a la primera, me encantó de principio a fin, quizás debido a que ahora ya sabía con qué me iba a encontrar a diferencia con lo ocurrido el año pasado.
Los Macorinos mantienen el mismo protagonismo, limitándose a ser simplemente los músicos acompañantes de Natalia en esta travesía musical, pero al momento de prestar sus voces en algunas de las canciones, éstos le dan el toque maestro a lo Buena Vista Social Club, clásico con el que constantemente es comparado este “Musas”.
Es una continuación más bella y sentimental donde se puede decir que la mexicana se arriesga vocalmente, ofreciéndonos tonos y tesituras nunca antes escuchados en sus obras anteriores. Su voz va mutando entre ser la de Chabela Vargas a Gloria Estefan a lo largo del álbum.
Y es a esa última a quien homenajea en el primer track y single “Danza de Gardenias”, un son cubano con final bien salsón, que nos canta sobre como despedir un viejo amor, con un aire de esperanza (“y florecerá…”). Es el inicio perfecto, como lo fue “Tú si sabes quererme”, una canción que despide alegría sin llegar a ser eufórica. ¿Le alcanzará para igualar a su predecesora? Eso sí lo dudo mucho.
Tome la decisión de no escuchar todos los sencillos lanzados antes del disco para que el contacto por primera vez con el trabajo fuera una experiencia totalmente nueva y creo que fue otro acierto mío para que consecuentemente el disco me gustase tanto. La segunda pieza también fue el segundo sencillo, por ende, otra canción conocida que no escuché antes.
“Alma Mía” rompe con el ritmo del disco, pasa algo así como con “El anillo del capitán Beto” y “Los libros de la buena memoria” del Jardín de los presentes de Invisible, la segunda pista es totalmente diferente a la primera y más lenta, y con ella lo que hacemos es adentrarnos al verdadero clima del disco, uno más taciturno. Se trata de un popular bolero compuesto por Maria Grever, que aquí acompañado únicamente por una guitarra la Lafourcade nos transite con su interpretación susurrada una calidez cautivadora que llegaría a emocionar hasta al más incrédulo.
“Hoy Mi Día Uno” es para mí la mejor composición propia (y que no conocíamos) del disco. Un tema que se abre con arpegios similares a “Tonada de Luna Llena” y mantiene ese aire bien sudamericano en una la canción que nos habla sobre un nuevo comienzo. Las armonías son tan bellas, que se van adornando por sonidos minimalistas en momentos específicos y que la vuelven moderna, exquisita y atrapante.
“Tus ojitos” es un criollo peruano, y como dice el paréntesis aclaratorio, un “vals de la guardia vieja” compuesto por Alfonso Silva Santisteban. Cuando pareciera ser que estamos frente a un simple cover y bastante tradicional, al minuto y medio aparecen unas potentes percusiones de “cuequeras” que sorprenden al oído para bien. Natalia nunca lo hace todo muy simple y recuerden eso.
Otra de las canciones más gratas de todo el trabajo es “Duerme Negrito” donde la teatralidad de la voz de la veracruzana es simplemente ternura en su máxima expresión (¡ese grito! por Dios, creo que estoy enamorado). Los Macorinos le hacen compañía dándole un toque aún más dramático y caricaturesco a la canción (a lo Café Tacvba) que finaliza entre balcuceos y lalaleos muy a los Juana Molina por parte de artista. (“Trabajando si, Trabajando si…”).
“Luz de Luna” es una composición de su compatriota Álvaro Carrillo, creador de otros clásicos como “Sabor a mí”. En esta canción regional mexicana la protagonista total es Natalia Lafourcade que con mucha expresividad interpreta esta composición de Carrillo, un joven estudiante que había escrito esta poesía mientras se encontraba alojado en una celda de castigo por mal comportamiento. En ella por la ventana divisó la brillante luna llena, que le recordó a una muchacha que conoció y de quien se quedó enamorado.
A continuación, tenemos a el trío más majestuoso del disco, las composiciones más extensas y las más épicas del proyecto. Unos tambores y unos riffs de guitarra acústica marcan el inicio de “Derecho de Nacimiento”, tema compuesto por Lafourcade allá por el 2012 e interpretado por ella misma junto Carla Morrison, Julieta Venegas entre otros. Con nuevos arreglos, pero manteniendo el estilo (el ukulele sigue ahí), esta pieza suena a un poderoso himno para la libertad de expresión, educación y seguridad del país donde habita. Un lindo legado para su país.
“Eclipse” es el tema interpretado de la manera menos tradicional y más experimental del repertorio, pero que mantiene cierta esencia latina por medio de ciertos toques de la bossa nova brasilera. La canción es de la autoría de Margarita Lecuona, una artista cubana, que aquí en sus 5 minutos desprende una polvareda oscura entre la brisa suave de la noche, oyéndose a los Macorinos cantar a lo lejos, como si de estuviéramos presenciando verdaderamente un eclipse de luna.
Hay añadir que Natalia Lafourcade también fue participe de ese gran homenaje a la cultura mexicana que fue “Coco” película de Disney y Pixar del año pasado. Aporto dos versiones de la canción principal “Recuérdame” para el álbum que contenía las canciones que aparecían en la película. Una de ellas era “La Llorona”, que sonó el momento musical principal del clímax de la trama y digamos que eso ayudó para que nuevas generaciones conozcan la canción, en obviamente un estilo más moderno.
“La Llorona” de Natalia para este Musas Vol. 2, se mantiene sin embargo fiel a la versión que hiciera Chavela Vargas, convirtiéndose en una obra maestra de 7 minutos. Ocurre lo mismo que con “Que He Sacado Con Quererte” del disco anterior, lo que allí parecía un claro homenaje a Violeta Parra, aquí lo es para Chavela. El aire fúnebre se mantiene durante toda la canción que cuando llega a sus minutos finales, unos frotes de violines aparecen para ponernos la piel de gallina como nunca antes en todo el álbum. Una experiencia sublime.
En “Desdeñosa” del autor Benigno Lara Foster, nuestra Naty regresa de nuevo a los sonidos más folclóricos acompañada de Omara Portuondo una vez más (la longeva artista que ya participara en “Tú Me Acostumbraste” del trabajo anterior), y a la que se le suma Eugenia León otra interprete de gran trayectoria del país chicano.
Con un ritmo más acelerado le sigue… ejem…“Te Sigo” (Lo sé, mala broma) canción que estuvo en el ojo de la polémica por estar acreditada al reconocido guitarrista Oscar Avilés en este disco, cuando la misma pertenece oficialmente al otro compositor peruano recientemente fallecido Augusto Polo Campos. Pese a todo, la Lafourcade inconscientemente le ha hecho un gran homenaje a este último, con una impresionante interpretación vocal de esta canción. Atención hacia la parte final, a los desconcertantes “por qué calles andarás…”.
“Humanidad” se inicia con un precioso y pulcro punteo de guitarra, para luego desembocar en un melancólico bolero acústico de una triste historia detrás (les dejo de tarea), con puño y letra de Alberto Domínguez. Son tan mágicas las sensaciones que nos deja esta pieza y que se sienten especialmente cuando llega la trompeta que se lamenta suavemente.
Algo continuista con la anterior pista es “Gavota”, el instrumental que da punto final a esta obra. Una canción más clásica y de armonías barrocas perteneciente al guitarrista Manuel M. Ponce también mexicano y de cuyo fallecimiento se cumplirán 70 años el próximo mes de abril. Muy parecido al cierre del volumen 1, dejándonos con ganas de más.
De esta manera concluye “Musas, Un Homenaje al Folclore latinoamericano Vol. 2”, un disco ligeramente superior al primero, ya que al no tener un temazo tamaño “Tu si sabes quererme” pareciera ser que lo convierte en un trabajo mucho más compacto, una colección de 13 canciones que tranquilamente se puede escuchar una seguida de otra y que, aunque no lo parezca al principio, nos ofrece también más variedad (ritmos cubanos, brasileros peruanos, chilenos y más). La interpretación vocal de Natalia por momentos llega a cotas memorables y el acompañamiento de los Macorinos en canciones como “Duerme Negrito” son simplemente indispensables.
Ahora sólo nos queda esperar, por algunas de las casi 35 canciones restantes que ojalá terminen desembarcando en un tercer disco que cierre definitivamente la trilogía, y que si de por ahí hay espacio para una guarania o composición paraguaya sería más que fascinante saberlo y escucharlo, aumentaría aún más mi amor y respeto hacia la nueva novia de México y de Latinoamérica: Natalia Lafourcade.
Conclusión: Un Discazo recomendado
Puntaje del disco
2. Alma Mía (9)
3. Hoy Mi Día Uno (9)
4. Tus Ojitos [Vals De La Guardia Vieja] (8)
5. Duerme negrito (8,5)
6. Luz De Luna (8)
7. Derecho De Nacimiento (9)
8. Eclipse (9)
9. La Llorona (9,5)
10. Desdeñosa [feat Omara Portuondo & Eugenia Leon] (7,5)
11. Te Sigo (8)
12. Humanidad (8)
13. Gavota (7,5)
Especial para: Los amantes de la musica tradicional latinoamericana, preferentemente que lo escuchen solos en una noche bajo las estrellas.
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