“Siempre me resulta gracioso cuando los anuncios dicen que
algo es ‘el primer single de Nicolas Jaar en tres años’, ya que he trabajado
bajo muchos nombres diferentes” (Nicolas Jaar para ismorbo.com, 2018).
Nicolas Jaar es el más reciente adalid de la música
electrónica. El mitad chileno/ mitad estadounidense, a tan corta edad (27 años)
ya puede ser tranquilamente considerado como uno de los grandes exponentes del
estilo del nuevo siglo junto a sus colegas y también inspiraciones Ricardo Villalobos,
Burial o el siempre vigente Aphex Twin.
Jaar había cautivado (una vez más) a la crítica hace tan sólo 2
años con “Sirens”, un disco con el cual el neoyorquino se reinventó plasmando contenidos
políticos a través un fuerte collage sonoro, que a su vez denotó un
acercamiento hacia los orígenes chilenos del artista (ya desde la portada con el
subtítulo en español), así que era de esperarse que la apuesta subiera aún más
para el siguiente trabajo. Las expectativas eran muy grandes.
Hábilmente, para huir de ello, este (no solo) genio de las
consolas se llamó a silencio o, mejor dicho, se la pasó jugando a despistarnos todo el tiempo,
apenas colaborando con éste y con aquel y sin siquiera aparecer públicamente a
dar declaración alguna sobre lo que podría avecinarse en su carrera. Y sí, todo
formaba parte de su diabólico plan para que no supiéramos nada sobre que tenía entre
manos algunas grabaciones sin terminar, las cuales más tarde darían forma a
este disco, “2012-2017”.
Trabajo que lo lanzó él mismo sorpresivamente el pasado 17
de febrero por internet bajo su propio sello titulado Other People (escrito
varias veces al centro de la portada) y firmado con el alias de A.A.L (Against
All Logic) un nombre bajo el cual ya había sacado canciones anteriormente, pero
que aun así no impidió a que el lanzamiento fuera pasado desapercibido por
el mundo. El desconocimiento no duró mucho, fue hasta el momento en que todo
fue aclarado nuevamente por medios importantes y atentos como su gran defensor
Pitchfork o Crack Magazine, que quienes como el Capitán America "entendieron la referencia" que este había dado en una entrevista; el hombre que estaba detrás del complicado seudónimo era el bueno de Nicolas
(No, no Cage, Jaar).
En fin, este recopilatorio de 11 tracks que prácticamente
abarca los 5 años de mayor creatividad productor, suena demasiado compacto para
ser llamado así. Es una especie de “Untitled Unmastered” (de Kendrick Lamar), un
material que, aunque contenga composiciones concebidas en años diferentes,
suena inmejorablemente cohesivo y uniforme.
Su estilo predominante es el Deep House, uno que convierte
al disco en un excitante viaje de 66 minutos, donde en el trayecto podemos
encontrarnos con un sinfín de samples, ya sea de música Soul/Hip Hop, Ritmos
funkys o minimalismo electrónico más cercano al IDM.
La pista de inicio por ejemplo ya nos “muestra todo lo que
tiene” el material, con una apertura caótica y apocalíptica que sirve como fanfarria de lo que iremos oyendo a continuación. “This Old House Is All Have” nos dice repetidamente un sample luego
del distorsionado “The Warnings Part II” de David Axelroden, con un loop de
guitarra ambient noventoso ejecutandose de fondo y unos repentinos relámpagos
estridentes.
Inmediatamente unida a pista la anterior tenemos al
sencillo principal, “I Never Dream” que al contrario de lo que dice su título se
trata un verdadero sueño hecho realidad de canción. Con otro reconocible sample, ésta vez del productor
y rapero J Dilla, durante sus casi 7 minutos, esta nos va elevando prácticamente
hasta las puertas del cielo.
Una vez arriba, nos recibe una fiesta housera con “Some Kind
Of Game” en los parlantes, ella por medio de un extracto de música góspel nos
va guiando hacia una hipnosis de teclados programados y “platillos” irresistibles
durante toda la pieza. Primero debe llegar el “Briiiing Dooown…” y luego inicia el
bailecito, es así de sencillo.
Mas siniestra es la instrumental “Hopeless” de unos pesados
sintetizadores, "golpes dance" que parecen venir de un club psicodélico y
percusiones que por momentos parecen ser el propio Forrest Gump jugando con destreza y velocidad al Ping
Pong. “Know You” en cambio es la canción más
convencional, de ritmo funky y un sample vocal apitufado a lo Kanye West
(mantengan este nombre guardado en su mente) que como su letra claramente lo
expresa te invita a sumarte a la parranda y a “sentir algo diferente”. Es la
primera de las 5 que te levanta obligadamente de tu asiento para moverte y caminar seductoramente a lo Travolta.
“Such A Bad Way” me recuerda vagamente a The Avalanches, los
maestros en que los samples encajen a la perfección, pero también existe otro
que lo hace muy bien y ese es Kanye West (ya, muchas gracias) que resulta ser
el gran homenajeado ya llegando a la parte final de la melancólica pista, gracias a sus gritos y el “I’m A God” que vinieran de su
época de Yeezus.
“Cityfade” parece sonar más a un hit a lo Calvin Harris,
pero con unas voces de infantes alemanes que suenan fantasmales. Aquí la sección
instrumental es la que más me llama la atención, ambientado por unas sirenas
policiales, los sintetizadores sí que hacen de las suyas en sus más de 5
minutos de gloria. Esta pieza por ejemplo nos muestra una de las claves para que una
canción no sea monótona, a cada momento que pasa vamos oyendo un nuevo efecto, un nuevo sonido, que la hace diferente de los segundos anteriores pese al ritmo permanezca invariable. Un
Highlight, he dicho.
Las guitarras se vuelven a apoderar del trabajo en “Now U
Got Me Hooked”, una ensalada fresca de extractos de música soul intercaladas
que apunta más hacia el Frech House que bien la bailarina de la portada podría bailar si se anima. Una delicia que desde los noventas (o
principios de siglo para ser más generosos) que no oíamos algo así de bien
hecho en el dance (Perdón Disclosure, perdón).
Las tres últimas pistas de un álbum de electrónica siempre
son un reto, pues resultan ser las más pesadas, y aquí tampoco se da una milagrosa excepción. Ya cuando vemos que la instrumental “Flash In The Pan” roza los 7
minutos y medio con puro protagonismo del 808s nos empezamos a preocupar sobre
el devenir los últimos 20 del álbum, pero digamos que de momento ésta, apoyada
por unos efectos más parecidos a lo de una
carrera espacial (o al Age Of Adz de Sufjan) pasa la prueba con la frente en
alto.
“You Are Going To Love Me And Scream”, aunque le encuentre cierta
similitud con la pista anterior, nos devuelve por última vez una pizca del
espíritu dance de la parte media de la obra gracias a la fabulosa muestra vocal
que nos advierte que va a enamorarnos y hasta hacernos gritar. Y el desenlace por
parte de “Rave On U” es simplemente ya Nicolas Jaar experimentando con su MIDI Synthetizer, como si estuviera dando una clase magistral de 10 minutos del cual Aphex Twin estaría
orgulloso.
Conclusión final: Estamos ante el mejor trabajo de Nicolas
Jaar, no hay duda, y no solo eso, también ante uno de los mejores discos de Deep house que este
servidor ha oído, aunque tranquilos, no se alarmen, no soy el más profundo
conocedor del estilo.
También es evidente el bajón que presenta el disco, especialmente la última media hora, pero hay que admitir que generalmente se mantiene a un muy buen nivel, hablando de un disco largo de canciones largas.cuyas vidas dependen una de otra.
También es evidente el bajón que presenta el disco, especialmente la última media hora, pero hay que admitir que generalmente se mantiene a un muy buen nivel, hablando de un disco largo de canciones largas.cuyas vidas dependen una de otra.
Para agregar, es con este “2012-2017” que tuve la primera escucha más
satisfactoria de lo que va año, y creo que eso de debió a que lo reproduje
mientras tenía un viaje largo de bus. Es de esos álbumes en los que en
movimiento suenan mejor, solo pruébalo y verás que estamos ante uno de los
discos del 2018.
Puntaje del disco
2. I Never Dream (9)
3. Some Kind of Game (9)
4. Hopeless (8)
5. Know You (9)
6. Such a Bad Way (8,5)
7. Cityfade (9,5)
8. Now U Got Me Hooked (9)
9. Flash in the Pan (7,5)
10. You Are Going to Love Me and Scream (8,5)
11. Rave on U (8)
Especial para: Escucharlo en movimiento, en esos viajes largos en que te toca hacerte el dormido.
Tags:
reseña