CANCIONES 2018: BELIEVE - AMEN DUNES (USA)

“Yo creo, y no puedo negarlo. He visto el cielo, no bajarse. Cuando era niño tenía miedo a morir, pero ahora crecí. La radio está encendida y están tocando mi canción. Era de 1992, donde escuchabas que decían que las cosas eran simples, pero no se hacían realidad” (Damon McMahon, Believe)



Siempre le llega tarde o temprano su momento de gloria a los artistas indie, y ahora parece que llegó por fin el de Amen Dunes, nombre de la banda que capitanea Damon McMahon, el experimentado músico que lleva lanzado varios discos (tanto en solitario como con otros grupos) en más de una década, pero que encontró su rumbo con los Dunes.

Para su próximo álbum en 4 años cuentan que el compositor se inspiró en su madre, que fue diagnosticada por un cáncer terminal. Tal situación lo dejó devastado y seguramente recorriendo pasillos y salas de hospital para acompañar a su progenitora en sus últimos momentos.

Así, el LP “Freedom” cuya fecha de lanzamiento queda marcada para el 30 de marzo (pero conociendo a la internet ya anda rondando por allí) trata sobre estas problemáticas a través de sonidos intimistas que van desde el rock a la electrónica como lo demuestran sus primeros singles “Miki Dora” y “Blues Rose”.

Pero la canción que me interesó de verdad de todas la que ha sacado es la tercera llamada “Believe”, una balada muy 90’s que suena tanto a The Verve como a los REM, o para dar un antecedente más cercano, a Kurt Vile. Ella se abre con un arpegio de guitarra como esperanzador mientras el vocalista parece como contarle a su madre sobre cuán creyente se ha vuelto y que eso le da fuerzas necesarias para seguir. De hecho, esa es la escena que uno imagina mientras escucha el track, de Damon sentado junto a la cama del hospital donde se encuentra su madre mientras éste le empieza a hablar.

La música avanza con un sencillo compás de batería y unos rasguidos folk, y va subiendo de intensidad y emotividad mientras el vocalista repite constantemente a su madre (o a el mismo) “do it for you”. Las guitarras, especialmente llegando a los segundos finales crean un paisaje de preocupación y reflexión hasta terminar.

Por más clasicista que suene estamos tratando con una canción muy buena y confesional que nos demuestra que el “soft rock” todavía puede gustarnos en la actualidad y que también puede ser una de las mejores canciones del año.

Puntaje de la canción


Especial para: Un viaje por el campo para olvidar los problemas.


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