“Ningún título con palabras que
pudiéramos encontrar se sintió como una suma apropiada del álbum. El número 7
representa algunas conexiones interesantes en la numerología. 1 y 7 siempre han
compartido una apariencia común, por lo que 7 se siente como el paso perfecto
en la secuencia para actuar como un reinicio o "semifinal". La
mayoría de las religiones tempranas también tenían una fascinación con 7 como
el nivel más alto de espiritualidad, como en "Séptimo Cielo". En
nuestros mejores momentos creativos, sentimos que estábamos canalizando algún
tipo de verdad, y esperamos sinceramente que los oyentes sientan eso. Mucho
amor, Beach House” (Nota del álbum 7).
La agrupación más grande del dream pop, o
por lo menos el “top of mind” del estilo, puesto que si alguien te dice que
nombres a una banda por cada estilo que te mencionen, cuando te lanzan “dream
pop” lo primero que te vendrá a la mente será: Beach House.
Que se hayan mantenido siempre fieles a
su estilo ha colaborado mucho en ello, y si es así ¿Por qué no suenan
repetitivos en su ya séptimo álbum de estudio? Simplemente porque son una banda
muy inteligente, si comparas todos sus trabajos ellos son absolutamente diferentes
y tienen pequeños detalles que las hacen variar el uno con el otro pero que
marcan la diferencia, eso sí, los materiales tienen el sello de la banda que
mayoritariamente está en la voz de la siempre enigmática Victoria Legrand.
Este nuevo trabajo trae al dúo Baltimore hacia su versión más dark pero siempre fiel a ese nuevo sonido que adquirieron y a que muchos llaman “estilo Twin
Peaks” y hasta por momentos puntuales ahora se los puede ver más rockeros de lo normal,
como en la pista introductoria “Dark Spring” que no puede llegar en mejor
momento pues allá en Norteamérica es ahora primavera. Se inicia como un ventarrón
anunciado por unos poderosos golpes de una batería y luego continúa con lo que
ellos mismos ya saben muy bien hacer, canciones ensoñadoras. Por momentos
parece una canción de MBV y se nota ya la inclusión de Sonic Boom, productor de
MGMT, Panda Bear entre otros.
Espectacular el enganche de cómo se
esfuma la pista anterior para que aparezca una de mis favoritas “Pay No Mind”,
su estribillo es tan mágico como la canción entera, esta vez lenta y abrasadora,
con celestiales baterias gigantes marcando el ritmo. Y le sigue un clásico, que
no me convenció como single (fue lanzado en el día de mi cumpleaños, por eso quizás
fui exigente) pero que se ganó mi corazón dentro del álbum, demasiado excitante ya es “Lemon
Glow” donde la voz de Legrand suena como la de una bruja intentando seducirte,
controlarte, dominarte para luego matarte. Un número psicodélico donde todo es
perfecto, desde la intro con hit hats y sintetizadores que suenan a diez tocados
al mismo tiempo, a el momento cuando aparece las percusiones en el estribillo, o en la espectacularidad que
estos adquieren al final. Temazo.
“L’comune” también es una mini obra
maestra. Como todo una Enya o Panda Bear femenina la vocalista hace unos coros
angelicales y seductivos mientras de fondo una orquesta la acompaña. Luego de
una cuenta ascendente en francés la canción se vuelve en una majestuosa pieza
espiritual bilingüe. No puedo dejar de destacar una vez más la base hasta medio
trapera que suena de fondo.
“Drunk In LA” entre sonidos de copas es
la típica canción “beach house”, introducción que se va aproximando de a
poquito, toque emocional que estalla en el estribillo y se hace más rudo a
medida que pasa los segundos, aunque aquí del climax se encarga una sorpresiva guitarra
eléctrica del cual no estábamos acostumbrados. A continuación, “Dive” otra de las mejores y dividida en dos partes,
siendo los primeros 2 minutos pura elegancia y deslumbramiento, como si de un
ascenso al cielo se tratase. Luego una vez llegado a destino comienza la fiesta
con un tremendo, tremendísimo dance rock para bailar y agitar la cabeza como
pocas veces con esta agrupación. Sensación fascinante.
“Black Car” es simplemente hipnotismo
puro, unos synths burbujeantes que no nos dejan por 4 minutos, otro oscuro
corte de mucha sofisticación y secretismo que nos sumerjan en su mundo. “Lose
Your Mind” es en cambio una balada con un órgano de iglesia para flotar y flotar. Se puede
notar como la voz de Victoria es más tranquila que antes, sin exagerar dando sólo
lo suficiente para cada canción y eso hace que prestemos más atención a la
sonoridad de las canciones como en este caso.
“Woo” es otra sorpresa ya llegando a la
parte final, un synth pop que parece más bien una canción de cuna infantil, con remolinantes
efectos electrónicos que la hacen una gozada y ternura a la vez. “Girl Of The Year” es otro himno emocionante hasta las lágrimas para el catálogo del grupo, inspirada
en una de las chicas de Andy Warhol habla sobre el destructor mundo del
glamour.
Como epílogo, unos pianos muy Ryuichi Sakamoto
para introducir el tema más largo del álbum y que más piel de gallina te hará
sentir. “Last Ride” con el chillido imponente de una guitarra como
intermediario se convierte en otro tema que nos lleva hasta el “séptimo cielo”, el
que Beach House volvió a traernos con su disco “7”.
Así que estamos hablando de otro trabajo perfecto del dúo Alex-Victoria, donde todos los temas son experiencias
auditivas maravillosas. Entonces ¿Qué puede ser lo negativo de él? Y...Sí, que la
sombra del Team Dream seguirá siendo muy grande para el grupo como también el “Bloom”.
Considero que llega a igualar al segundo (me gusta más de hecho), pero no llegará al nivel de clásico como
sí lo es para el mundo de la música el primero.
Otra cosa es la falta de riesgo que de a poco ya se le va a recriminar al grupo, que en
los sencillos puede que no sea notorio por los toques roqueros, pero si se ve en los temas nuevos mas tradicionales. Aun
así la producción es exquisita y las canciones tienen cada una un gancho que te
atrapa totalmente (excepto la última más experimental) y que hacen llevadero al disco que sinceramente es demasiado bueno y recomendable (luego de unas cuantas escuchas).
Si nunca escuchaste a Beach House, te
recomiendo que no empieces por este disco, pues no es el indicado, la banda a
madurado a través de los años y si ordenamos los discos por los más recomendables
a escuchar primero para conocerlos este trabajo de sensacional portada collage será el número “7”
¡Pum! otro discazo más… que fácil les sale a algunos ¿no?
1. Dark Spring (8,5)
2. Pay No Mind (9)
3. Lemon Glow (10)
4. L'Inconnue (8,5)
5. Drunk in LA (8)
6. Dive (9)
7. Black Car (9)
8. Lose Your Smile (8,5)
9. Woo (8)
10. Girl of the Year (8,5)
11. Last Ride (8)
Especial para: Esos viajes largos en bus en los que uno duerme (o se hace el dormido)
Puntaje del disco
2. Pay No Mind (9)
3. Lemon Glow (10)
4. L'Inconnue (8,5)
5. Drunk in LA (8)
6. Dive (9)
7. Black Car (9)
8. Lose Your Smile (8,5)
9. Woo (8)
10. Girl of the Year (8,5)
11. Last Ride (8)
Especial para: Esos viajes largos en bus en los que uno duerme (o se hace el dormido)
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