ÁLBUMES 2018: HEAVEN AND EARTH - KAMASI WASHINGTON (USA)

“Yo uso las manos para mostrar mi amabilidad. Yo uso las manos para dar una amable caricia. He peleado contra el fuerte, hice bien por mal, cuando cambié mis manos a puños de furia” (Patrice Quinn & Dwight Trible, Fists Of Fury).

Antes que nada, les comento que fue una tremenda odisea intentar hacen una reseña completa y detallada de este disco, desde ya uno de los mejores del año. Son nada más y nada menos que 144 minutos del mejor Jazz que se haya hecho en los últimos 20 años con muchos detalles a cada minuto, que son difícil de diseccionar parte por parte. Es por eso que me limitare a hacer un breve comentario de lo que a mí me pareció el trabajo con algunas escuetas descripciones:

Kamasi Washington ya era toda una estrella de la música desde antes, encabezando varios de los festivales más importantes del mundo haciendo un estilo de música que desde el siglo pasado se podría decir que no seducía al público más joven. Quizás la película “Whiplash” estrenada el mismo año en que Kamasi debutara con el magnífico “The Epic” fue una especie de gancho determinante para que este boom por el jazz se propagara en la nueva generación (puede ser, tal vez, quién sabe)

Pero ahora, con seguridad podemos decir que con “Heaven and Earth” su más reciente trabajo el californiano alcanzó no solo su cúspide creativa sino también su meta (en el caso de que se lo propusiera) de convertiR al jazz en música pop, por más increíble que suene. Esto se debe entre otras cosas primeramente a su personalidad; humilde, carismática y pacífica que lo hace tan querible por todos  y luego a su personaje, imponente con cabellos alborotados típico de un genio y vestimenta de semidiós (es como un oso de peluche gigante con saxofón, aunque en la portada pose como como gnomo de jardín sobre las aguas).

Por otra parte, el otro secreto “no tan secreteo” del éxito del saxofonista (y el más importante) se encuentra en su constante intención de salir de las normas clásicas de la música jazz, colaborando como ningún otro con artistas que son ídolos pop de nuestra generación (Kendrick Lamar, St. Vincent, Run The Jewels, y más). Gracias a todo estos tips que les voy comentando es que uno al acercarse a “Heaven and Earth” es como que ya lo hace anticipadamente pensando que escuchará a una estrella y a un genio inquieto, no a un músico de jazz normal. De ahí la expectación que provoca.

La pregunta del millón de dólares, que nos surge justo al momento de querer darle play a la primera pista del trabajo que tiene 16 pero con varias superando los 10 minutos es ¿se trata de un disco escuchable, accesible y digerible?... No, pero vaya que sí lo es más que The Epic y que cualquier otro disco que dure más de 2 horas (Si, te hablo a ti Drake). Eso sí, hay que tenerle mucha paciencia a este disco, dedicarle todo una tarde o una noche como si fuera que verás una película, en caso de que quieras escucharlo “del tirón”, pero a cambio del tiempo perdido te aseguro recibirás estados de ánimo que te harán subir al cielo y bajar de nuevo.

Avanzando hacia la parte musical, su título ya dice todo, el disco trata por partes definidas sobre el cielo y la tierra y vuelve a recurrir a temas espirituales, algo que se volvió la especialidad del buen "Kami". Y un consejo que les doy (aunque Popeye el marino no soy) es que precisamente escuchen a este disco así, en dos partes por separado para evitar caer en presionar el botón de “stop” cuando ya llegues a la hora y media (lo digo por experiencia).  A continuación, les presento una breve reseña de esas dos “suites” que componen “Heaven and Earth” en donde traté de contenerme lo suficiente para no desbordarme con halagos hacia la obra:

Parte I: “Earth”

La primera parte le corresponde a la tierra, habla sobre temas de la humanidad y como el artista ve al mundo “externamente”, es por eso que los movimientos aquí son muy cambiantes casi caóticos como si representasen a la gran ciudad con sus grandes avenidas edificios y todo lo demás.

Y mejor aún, se inicia con un descomunal temazo como "Fists Of Fury", canción que suena a una película de acción policial de los 70´s acompañada por la ampliada orquesta del músico y su coro de ángeles, y que también cuenta con las colaboraciones de los cantantes Patrice Quinn y Dwight Trible (muy a lo Barry White) en las voces. Le sigue “Can You Hear Him” un spiritual jazz con sintetizadores el cual al principio fuera dirigido por un riff de piano que adquiere mucha más sazón en “Hub-Tones” un cover del trompetista Freddie Hubbard pero aquí con más influencia de la música latina. (¡Atención a como suena esa batería al minuto 7!).

“Connections” nos trae por primera vez esa sensación pacífica que luego sorprende con una melodía cuasi-disney y un solo guitarrero que es puro fuego, “Tiffakonkae” por otro lado me recuerda mucho a Miles Davis y vuelve a dar cátedra sobre cómo se termina una canción jazz de manera psicodélica. Y  “Testify” es maravillosa en todos los sentidos, es como la canción de un nuevo comienzo en voz de  Patrice Quinn con un ritmo clásico de R&B que además de aliviante suena increíblemente romántica, coincidiendo con el mensaje de amor que transmite.

Luego de un free jazz llega “The Invisible Youth” poseedor de una melodía hermosa iniciada por un piano que sinceramente no me la puedo sacar de la cabeza cuando me acuerdo de este disco, y para cerrar, “One Of One”, una imponente pieza de 10 minutos con sensaciones incertidumbre y revelación espiritual que da paso a la siguiente parte del material.

Parte II: “Heaven”

Como su nombre lo indica, esta sección nos trae el mismísimo cielo a nuestros oídos, pero también contiene algunas de las piezas más “modernas” del disco. Según el artista trata sobre cómo éste ve el mundo desde su interior, desde su espíritu.

Se abre a modo de banda sonora película de ciencia ficción con “The Space Travellers Lubally” otro tema imponente al que bien podría otorgársele la etiqueta de “space jazz”. Siguiendo con esta onda intergaláctica, pero sonando esta vez a una bossanova para enamorarse le sigue “Vi Lua Vi Sol” con una voz en vocooder que inmediatamente nos hace recordar a los franceses de Daft Punk. Ademas, la canción contiene un solo de trompeta de un gran amigo de Kamasi e integrante de el colectivo que está revolucionando el jazz en USA, Ryan Porter.

Otro temazo se aproxima ante nosotros con una intro de batería más propia del hip hop junto al bajo inconfundible de Thundercat y se llama “Street Fighter Mas” (de genial video) que viene a darnos una buena dosis de excitación funky y coral, el tema más accesible del trabajo sin ninguna duda que apenas acaba y ya aparece otra gran  “Song For The Fallen” nuevamente con fuerte inspiración latina y participación de los teclados.

“Journey” nos pinta un paisaje nocturno y desolado donde una mujer religiosa (la señora Patrice nuevamente) va lanzando unos Hallelujah en forma de alabanza y “Psalmnist” nos trae nuevamente el poder funk repleto de vientos. “Show Us The Way” anuncia el principio de fin del disco que toma definitivamente un concepto más espiritual (Oh Lord, Dear Lord, show us the way) repleto de coros celestiales y una fuerza que pone piel de gallina hasta al el más incrédulo, algo que se propaga en el cierre titulado “Will You Sing” donde todos los instrumentos y participantes de la obra se suman al cántico religioso "gregoriano" que parece sacado de una película que frecuentamos ver en semana santa. (Como cuando Moisés sube al Monte Sinaí).


“Heaven and Earth” es la magnum opus de Kamasi Washington, quien parece no tener rival de momento en cuanto a jazz se refiere. Un disco que puede seducir hasta al no habituado a este estilo de música y a la extensión recurrente de sus temas. Un concepto bien pensado con un punto de vista acertadamente espiritual.

El único problema que le encuentro para no otorgarle una nota mucho más alta es que últimamente y a partir de ahora solo me acerco a él para escuchar las canciones que más me gustaron y que ya no veo otro momento para disfrutarlo al completo o por las partes en que se divide. Sí, su único problema es ser un disco tan enorme que su apreciación que se merece como clásico resulta dificultosa.

Candidatazo a álbum del año.


Puntaje del disco


1.  Fists of Fury [feat. Patrice Quinn & Dwight Trible]  (9,5)
2.  Can You Hear Him  (8,5)
3.  Hub-Tones  (8,5)
4.  Connections  (8)
5.  Tiffakonkae  (8)
6.  The Invincible Youth  (9)
7.  Testify [feat. Patrice Quinn]  (9)
8.  One of One  (8)
9.  The Space Travelers Lullaby  (9)
10.  Vi Lua Vi Sol [feat. Patrice Quinn]  (9)
11.  Street Fighter Mas  (9,5)
12.  Song for the Fallen  (8,5)
13.  Journey [feat. Patrice Quinn]  (8,5)
14.  The Psalmnist  (8,5)
15.  Show Us the Way (8,5)
16.  Will You Sing (8)

Especial para: Un momento exclusivamente preparado para disfrutarlo, que requiera concentración

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