“Entiendo la belleza de las flores lentas que guardas en los
libros, que guardas en los libros. Quebrando la certeza del beso de esta tarde
y haberte conocido así, haberte conocido” (Simón Campusano; Flores Labios y
dedos)
No cabe duda que el nuevo pop chileno dominó la primera
mitad de esta década en cuanto a música iberoamericana se refiere, pero esto trajo consigo
que cada vez más bandas hagan a un lado las guitarras para concentrarse en los
sintetizadores. Muy pocas bandas de rock chileno hemos escuchado en los últimos
diez años y eso se debe claramente al legado que ha dejado Jorge Gonzalez de
los Prisioneros (que a medida que pasaban los discos gradualmente fue relegando
a la guitarra) a la música de ese país.
Pero siempre están, y gracias a Dios, los que no respetan
las reglas como los Niños del Cerro una banda de indie rock del país andino que
en el año 2015 se convirtió en la agrupación revelación que volvió a traer las
guitarras a Chile. Hoy estos muchachos muchos más afianzados buscar llegar a la consolidación definitiva a nivel internacional con un segundo disco (bajo el sello Quemasucabeza) de
nombre desconocido todavía y sin fecha oficial de lanzamiento, pero eso no
importa, pues sus adelantos son tan magistrales que nos hacen tener toda la
paciencia del mundo.
De esos adelantos, de momento el que más me impresiono fue “Flores
Labios y dedos” un indie pop, pero con guitarras desbordantes que por su letra
puede ser confundida con una canción de amor, pero trata ni más ni menos que
sobre la marihuana. La canción se inicia con un dreamy y exquisito riff que nos
lleva hacia nuestro “lugar feliz” para luego desembocar en el estribillo mágico
que nos recuerda al rock de los Strokes, Vampire Weekend y sobre todo Yeah Yeah
Yeahs. Atención a la zona intermedia pues puede agarrarte desprevenido un huracán
de guitarrazos (¿cuántos? ¿100 tocados al mismo tiempo?) que descansará entre
los sonidos de la naturaleza para luego volver a atacar ya con unos “ooh” de
acompañamiento.
Pese a la alegría y júbilo que transmite la melodía habla de
la difícil situación de la adicción a las drogas, y es por eso que la vuelve
una canción atrayente pues de manera extraña nos hace sentir bien mientras el
protagonista del tema no lo está mucho que digamos.
Sin ninguna duda, merece ser llamada unas de las mejores canciones del año.
Puntaje de la canción
Especial para: tus días en contacto con la naturaleza, especialmente con las flores (bueno, con los labios y dedos también)