CANCIONES 2018: FLORES, LABIOS Y DEDOS - NIÑOS DEL CERRO (Chile)

“Entiendo la belleza de las flores lentas que guardas en los libros, que guardas en los libros. Quebrando la certeza del beso de esta tarde y haberte conocido así, haberte conocido” (Simón Campusano; Flores Labios y dedos)




No cabe duda que el nuevo pop chileno dominó la primera mitad de esta década en cuanto a música iberoamericana se refiere, pero esto trajo consigo que cada vez más bandas hagan a un lado las guitarras para concentrarse en los sintetizadores. Muy pocas bandas de rock chileno hemos escuchado en los últimos diez años y eso se debe claramente al legado que ha dejado Jorge Gonzalez de los Prisioneros (que a medida que pasaban los discos gradualmente fue relegando a la guitarra) a la música de ese país.

Pero siempre están, y gracias a Dios, los que no respetan las reglas como los Niños del Cerro una banda de indie rock del país andino que en el año 2015 se convirtió en la agrupación revelación que volvió a traer las guitarras a Chile. Hoy estos muchachos muchos más afianzados buscar llegar a la consolidación definitiva a nivel internacional con un segundo disco (bajo el sello Quemasucabeza) de nombre desconocido todavía y sin fecha oficial de lanzamiento, pero eso no importa, pues sus adelantos son tan magistrales que nos hacen tener toda la paciencia del mundo.

De esos adelantos, de momento el que más me impresiono fue “Flores Labios y dedos” un indie pop, pero con guitarras desbordantes que por su letra puede ser confundida con una canción de amor, pero trata ni más ni menos que sobre la marihuana. La canción se inicia con un dreamy y exquisito riff que nos lleva hacia nuestro “lugar feliz” para luego desembocar en el estribillo mágico que nos recuerda al rock de los Strokes, Vampire Weekend y sobre todo Yeah Yeah Yeahs. Atención a la zona intermedia pues puede agarrarte desprevenido un huracán de guitarrazos (¿cuántos? ¿100 tocados al mismo tiempo?) que descansará entre los sonidos de la naturaleza para luego volver a atacar ya con unos “ooh” de acompañamiento.

Pese a la alegría y júbilo que transmite la melodía habla de la difícil situación de la adicción a las drogas, y es por eso que la vuelve una canción atrayente pues de manera extraña nos hace sentir bien mientras el protagonista del tema no lo está mucho que digamos.

Sin ninguna duda, merece ser llamada unas de las mejores canciones del año.



Puntaje de la canción

Especial para: tus días en contacto con la naturaleza, especialmente con las flores (bueno, con los labios y dedos también)

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