"Papá trabajó de nueve a cinco mientras mi mamá se quedaba en casa conmigo.
En el momento en que estaba medio vivo, sabía lo que quería ser. Cuando salí de la escuela
Me dejé crecer el pelo, no entendieron. Querían que fuera respetado como un doctor o un abogado
Hombre! Yo voy a ser rock 'n' roll Seré un cantante de rock 'n' roll. Está bien, voy a ser una estrella del rock and roll" (Mark Kozelek, Rock 'n' Roll star).
Bien, como pueden ver en el título de esta reseña este disco no está entre los "álbumes del 2018", pero eso no significa que sea una obra indigna de ser resaltada a final de año, por eso le dedicaré unos escuetos párrafos sobre lo mucho que disfruté escuchándolo, pese a no alcanzarle para estar en la sección de honor.
El nombre de Mark Kolelek en el mundo del indie no necesita presentación, gracias a su trabajo "Benji" del 2014 se ganó una reputación como uno de los mejores narradores de líricas musicales de nuestro tiempo (junto a Frank Ocean o Father John Misty, quien por cierto intentó imitarlo pero con mucha más acidez). Entonces saltémonos esta parte y vayamos directo a lo que es su nuevo trabajo con Sun Kil Moon, un LP que está pasando desapercibido una vez más como casi todo lo que saca últimamente.
"This Is My Dinner" es el típico disco suyo en donde cuenta experiencias pasadas y reflexiones pero a esto le añade nuevos pensamientos lo que le dejó su ultima gira, de hecho este material lo compuso mientras iba de escenario a escenario, ciudad a ciudad.
Al mirar el tracklist vemos que son 10 canciones, muy poquito para lo que acostumbra este señor, pero al escucharlo nos damos cuenta de que resulta que varias de ellas superan fácilmente los 10 minutos de duración, lo que su pone todo un reto para el oyente. Y créeme que pese al bajón que supondría eso, para mí luego de darle la primera oída me resultó ser uno de sus trabajos más entretenidos.
La travesía se inicia con "This Is Not Possible", un relato sobre sucesos y viajes de la banda con un aire medio jazz/hip hop que se va deteniendo a cada instante para que el el baterista que está allá en el fondo nos repita "esto no es posible". Es muy divertido y contagiante el ritmo que tiene, por eso sus más de 9 minutos pasan volando.
En "This Is My Dinner" el piano y una guitarra hacen el amor prácticamente para crear melodías que exciten a nuestros oídos mientras que en "Linda Blair" efectos tanto electrónicos como guturales hechos por el propio Kozelek hacen compañía a un fuerte compás de batería para una canción que compara a una chica con la ñiña protagonista del exorcista (Blaaaaagh!). Las dos superan los 10 minutos de puro placer.
"Copenhagen" como es de esperarse nos relata una travesía por la capital de Dinamarca encima de un ritmo como alterado que se va repitiendo en toda su primera parte. Luego esto pasa a convertirse en un delicioso y angelical blues en sus segundos finales. ¿Y "Candles"?, pues ella otravez nos hace tocar el cielo de nuevo por medio de un piano que suena como el de los primeros Coldplay.
Una de mis pistas preferidas, por el efecto dejavú que le genera a mi cerebro es coincidentemente la más corta del álbum,"David Cassidy", un simple numero folk dedicado a un fan que falleció en uno de sus últimos conciertos y que personalmente no me deja de sonar a "Media Verónica" de Andrés Calamaro. El interludio "Come On Get Happy" es su continuación y despedida más animada para aquel sujeto.
"Rock 'n' Roll Singer" es otra genialidad, siguiendo con las comparaciones es como "La Guitarra" de los Auténticos Decadentes versión 2018 y yankee. La particularidad que tiene esta pieza es la nota sostenida que hace Mark aguantando hasta los 38 segundos (pero apoyándose con aplausos y un momento claro de aspiración, así no se vale). Otro track divertido que vale la pena escuchar (Whoo!).
Por trayecto final nos encontramos con, "Soap of Joyfull Hands" es una belleza emotiva de 13 minutos con un descenlace que a mi parecer es la mejor parte (lejos) que tiene el disco y "Chapter 87 of He", cierre del trabajo, osadamente nos hace pensar por unos minutos que se trata de una tranquila pieza jazzera para luego amedrentarnos con un descalabro de instrumentos bien a lo The Who.
"This Is My Dinner" es otro buen disco de Sun Kil Moon, quien difícilmente quiera volver a impresionar al público como lo hizo una vez con "Benji", pero eso no importa mucho si la música sigue siendo agradable. Quizás puede que este disco lo escuches sólo una vez este año, pero lo escucharás y te encantará por lo menos esa única vez.
1. This is Not Possible (8)
2. This is My Dinner (8)
3. Linda Blair (7,5)
4. Copenhagen (8,5)
5. Candles (7)
6. David Cassidy (8)
7. Come On Get Happy (-)
8. Rock 'n' Roll Singer (8)
9. Soap for Joyful Hands (8,5)
10. Chapter 87 of He (6,5)
Especial para: La cena solitaria de esta noche (sí, solterón/a te hablo a ti).
En el momento en que estaba medio vivo, sabía lo que quería ser. Cuando salí de la escuela
Me dejé crecer el pelo, no entendieron. Querían que fuera respetado como un doctor o un abogado
Hombre! Yo voy a ser rock 'n' roll Seré un cantante de rock 'n' roll. Está bien, voy a ser una estrella del rock and roll" (Mark Kozelek, Rock 'n' Roll star).
Bien, como pueden ver en el título de esta reseña este disco no está entre los "álbumes del 2018", pero eso no significa que sea una obra indigna de ser resaltada a final de año, por eso le dedicaré unos escuetos párrafos sobre lo mucho que disfruté escuchándolo, pese a no alcanzarle para estar en la sección de honor.
El nombre de Mark Kolelek en el mundo del indie no necesita presentación, gracias a su trabajo "Benji" del 2014 se ganó una reputación como uno de los mejores narradores de líricas musicales de nuestro tiempo (junto a Frank Ocean o Father John Misty, quien por cierto intentó imitarlo pero con mucha más acidez). Entonces saltémonos esta parte y vayamos directo a lo que es su nuevo trabajo con Sun Kil Moon, un LP que está pasando desapercibido una vez más como casi todo lo que saca últimamente.
"This Is My Dinner" es el típico disco suyo en donde cuenta experiencias pasadas y reflexiones pero a esto le añade nuevos pensamientos lo que le dejó su ultima gira, de hecho este material lo compuso mientras iba de escenario a escenario, ciudad a ciudad.
Al mirar el tracklist vemos que son 10 canciones, muy poquito para lo que acostumbra este señor, pero al escucharlo nos damos cuenta de que resulta que varias de ellas superan fácilmente los 10 minutos de duración, lo que su pone todo un reto para el oyente. Y créeme que pese al bajón que supondría eso, para mí luego de darle la primera oída me resultó ser uno de sus trabajos más entretenidos.
La travesía se inicia con "This Is Not Possible", un relato sobre sucesos y viajes de la banda con un aire medio jazz/hip hop que se va deteniendo a cada instante para que el el baterista que está allá en el fondo nos repita "esto no es posible". Es muy divertido y contagiante el ritmo que tiene, por eso sus más de 9 minutos pasan volando.
En "This Is My Dinner" el piano y una guitarra hacen el amor prácticamente para crear melodías que exciten a nuestros oídos mientras que en "Linda Blair" efectos tanto electrónicos como guturales hechos por el propio Kozelek hacen compañía a un fuerte compás de batería para una canción que compara a una chica con la ñiña protagonista del exorcista (Blaaaaagh!). Las dos superan los 10 minutos de puro placer.
"Copenhagen" como es de esperarse nos relata una travesía por la capital de Dinamarca encima de un ritmo como alterado que se va repitiendo en toda su primera parte. Luego esto pasa a convertirse en un delicioso y angelical blues en sus segundos finales. ¿Y "Candles"?, pues ella otravez nos hace tocar el cielo de nuevo por medio de un piano que suena como el de los primeros Coldplay.
Una de mis pistas preferidas, por el efecto dejavú que le genera a mi cerebro es coincidentemente la más corta del álbum,"David Cassidy", un simple numero folk dedicado a un fan que falleció en uno de sus últimos conciertos y que personalmente no me deja de sonar a "Media Verónica" de Andrés Calamaro. El interludio "Come On Get Happy" es su continuación y despedida más animada para aquel sujeto.
"Rock 'n' Roll Singer" es otra genialidad, siguiendo con las comparaciones es como "La Guitarra" de los Auténticos Decadentes versión 2018 y yankee. La particularidad que tiene esta pieza es la nota sostenida que hace Mark aguantando hasta los 38 segundos (pero apoyándose con aplausos y un momento claro de aspiración, así no se vale). Otro track divertido que vale la pena escuchar (Whoo!).
Por trayecto final nos encontramos con, "Soap of Joyfull Hands" es una belleza emotiva de 13 minutos con un descenlace que a mi parecer es la mejor parte (lejos) que tiene el disco y "Chapter 87 of He", cierre del trabajo, osadamente nos hace pensar por unos minutos que se trata de una tranquila pieza jazzera para luego amedrentarnos con un descalabro de instrumentos bien a lo The Who.
"This Is My Dinner" es otro buen disco de Sun Kil Moon, quien difícilmente quiera volver a impresionar al público como lo hizo una vez con "Benji", pero eso no importa mucho si la música sigue siendo agradable. Quizás puede que este disco lo escuches sólo una vez este año, pero lo escucharás y te encantará por lo menos esa única vez.
Puntaje del disco
1. This is Not Possible (8)
2. This is My Dinner (8)
3. Linda Blair (7,5)
4. Copenhagen (8,5)
5. Candles (7)
6. David Cassidy (8)
7. Come On Get Happy (-)
8. Rock 'n' Roll Singer (8)
9. Soap for Joyful Hands (8,5)
10. Chapter 87 of He (6,5)
Especial para: La cena solitaria de esta noche (sí, solterón/a te hablo a ti).