GÉNERO: NEO SOUL/R&B
CANCIÓN ESTRELLA:
Chloé entra en su departamento
visiblemente afectada. Mientras guarda sus llaves, de fondo un
monstruo/alienígena la acecha. Ella lanza su cartera al sofá y se dirige hacia
el balcón, unos segundos después la expectral figura cuelga ahora en sus
espaldas. Reposada por la barandilla, ella mira angustiada el paisaje como si
algo la atormentara.
Este relato corresponde a una descripción
de lo que vemos en el último video promocional del álbum "Commodium" (Poli
Music), debut de la artista guayaquileña Chloé Silva, el cual al
escucharlo, las sensaciones que nos deja son las mismas que el mencionado clip.
Pese a ser esta su carta de presentación
al mundo, la historia de Chloé Silva Fougères con la música es de larga data.
Tuvo una infancia y adolescencia de trotamundos; a los 3 años de su mudó a
Estados Unidos viviendo los 9 siguientes allí, la explicación de no solo su
fluidez con el inglés, sino también de sus tempranas influencias en la música
(veía muchos musicales en su infancia). Luego tras un breve paso por Francia
volvió a su país de orígen, estancia que no duró mucho pues más tarde tuvo que
mudarse a Uruguay, país en el cual inició su carrera musical. Ya de vuelta en
Ecuador fue en donde las cosas se dieron en serio y su proyecto personal no
paró de despegar desde su primer single.
"Fobia que se origina en la mente de
quien la padece y que solo se materializa para él", así
define la artista el sustantivo ''Commodium'', y a su vez, conceptualmente su
primer álbum. Un material de 7 pistas con un sonido inusual para lo que se
acostumbra hoy en la escena actual de las cantantes de R&B y Soul latinas,
que apuestan más por la osadía y sensualidad. Con esto no quiero decir que la
música de Chloé carezca de estos calificativos, para nada, solo que ella a su
vez le añade una pincelada de influencias más oscuras a su música, acercándola
a los terrenos del trip hop, logrando así que escuchar su álbum resulte una
experiencia fascinante.
Todas las canciones del disco tienen un
denominador común, en ellas la ecuatoriana nos expone sus miedos e
inseguridades causados por relaciones fallidas, algunas cuya toxicidad aún le
dejan secuelas. Nos da a entender que hay fantasmas de esas experiencias que
aún la persiguen, y resulta notorio como en varias de las reflexiones líricas del
álbum puede notarse esa ansia de querer librarse de todo lo que la esta
ocurriendo en su mente. Casi como un acto
terapéutico-
La pista de apertura "Redacted",
que inmediatamente nos trae a la mente a unos Postishead o Massive Attack en su
momento álgido, ya inicia con esa premisa hablándonos de daño y dolor... "Well,
aren’t you such a masochist?" se pregunta Silva mientras el
envolvente track nos hace dejarnos llevar por su ritmo.
El oscuro dance "Semantics" nos
describe más las sensaciones durante un momento específico. La canción nos hace
imaginar a la protagonista dando vueltas en su habitación ("frío en tu
cama, mirada en el techo") atormentada nuevamente por estos fantasmas
que no la dejan tranquila ("ruido en la ventana, las voces que te
llaman").
Luego llega el turno de la canción más
memorable del conjunto, "Commodium", un sentimental
neo-soul con ciertas reminiscencias a Amy Winehouse. Aquí Chloé desea volver en
el tiempo para esta vez hacer las cosas mejor en una relación pasada, una en
donde la otra persoña ya dió "su adiós" definitivo. Un momento de
vulnerabilidad absoluta que se quiebra en su fantástico estribillo de un
increscendo con quiméricas guitarras y neblinezcos sintetizadores
"007" así
como su nombre lo pueda anticipar, tiene el sonido portentoso de cuerdas cual
película de James Bond. Una sensible chamber ballad a piano en el cual otra vez
se nos deja expuesto otro momento de autoflagelación emocional tras una
ruptura. Le sigue "Mentira" la primera pista en
donde se nota cierto halo de esperanza. "Solo Dios me juzgará"
repite la cantante mientras los sintetizadores parecen abrirnos paso a una
sanación.
Al final se encuentran dos temas que ya
fueron singles publicados hace unos años por Chloé Silva. La primera, "Fantasmas
en mi Cama" es una sensacional canción de dos partes, siendo la
primera la que representa el estar atrapado en una relación que trae más
decepciones que alegrías con un ritmo marcado de R&B. En cambio su
continuación representa el levantamiento moral de la mujer ante esa situación,
ahora ella toma el control de su vida y emociones. Bastante acertado
musicalizar ese momento en un ritmo de reggaetón, pues realmente el sonido del
dembow nos hace sentir cómo el ánimo de la protagonista cambia para bien,
reencausando su vida.
El disco se cierra con la luminosa "I
Like It, I Like It" una pieza sobre obsesionarse con alguien que
no tiene el mismo interés hacia ti ("Really thought you would call
me, don’t say that they took away your phone"), pero aún así
haces lo posible para ganar su atención.
Con "Commodium", Chloé Silva nos muestra de lo que es capaz; nos pone sobre la mesa a una artista interesantísima publicando un trabajo sólido y muy personal con el cual conectar y sentirte identificado. Además, su propuesta, casi gótica para lo que se acostumbra en el Soul/R&B actual, puede ser un buen camino a tomar para renovar la escena latinoamericana.