Póster del evento por Nicolás González
Lo del 26 de mayo en Cactus Records fue rock and roll... Parecía que el destino negaba a los artistas el poder presentarse ante su público, pero la música pudo más como siempre.
Tras un corte de luz que retrasó el evento por más de una hora (Saludos a quien se haya estrellado por ese poste de luz) los 3 nombres del cartel del evento se toparon además con otra dificultad: Los increíbles problemas técnicos durante sus presentaciones.
The Crayolas
Un recinto pequeño colmado no solo de gente sino de posters antiguos que primero vio cómo The Crayolas, la renombrada banda paraguaya, tocó un repertorio de "only hits". Pese a ser quienes abrían la noche, el público los recibió como estelares dándonos una señal que esa jornada sería una de increíble conexión de artista-público.
Iniciando la tanda con los dos temas introductorios de su último álbum, "Look At The Sun" y "Flor", la banda asuncena sabía que tenía poco tiempo así que nos entregó a continuación una ráfaga de sus mejores canciones que iban desde "Astro" "Love Ain't Easy", "Crayolas", "I Know I Should" y "Sabés". El cierre no podía ser de otra manera que con "Disco Stu" que hizo bailar a los eufóricos presentes. Por cierto, extraño que me estrechó la mano al terminar este primer set, también fue un gusto.
Dromedarios Mágicos
Diego Puerta subió a la pequeña tarima junto Hedgart Ojeda sin saber aún que vivirían otra de las noches mágicas asuncenas. Al Drome se lo notaba suelto, ya conocía el país y su gente, y por ello nos entregó con confianza varios de sus hits como si estuviera tocando en el patio de su casa (literal, el lugar era el patio de una casa).
Los problemas con cableríos y computadores fueron la constante (incluso un aparato llegó a caerse) pero eso no apañó la presentación que por momentos eran de versiones acústicas. Escuchamos hits como "Olas Altas", "Fin de Semana" (cover de Junior H), "Mira como Sale el Sol" y "QUN", estos últimos con el de Chihuahua México cubriéndose con un pasamontañas Rosa.
"¡Aguante Cruz Azul!" gritaron, a lo que Puerta respondió "Aguante Santos Laguna"... Fueron estas algunas de las dinámicas que caracterizaron a la presentación. Notando el feeling y contra todo pronóstico, en medio de su interpretación de "Mi Cama", el DM bajó del escenario para también disfrutar con el público.
Para el cierre llamó a Alan Contrera del Culto Casero (bueno, era él o Tutu) y tocaron una desenfrenada versión de su clásico "Pistache" que luego se fusionaría con "Toro" del Columpio Asesino y "Mente Positiva", nuevamente de su compatriota Junior H. Otro gran show de la ya madrugada del sábado.
El Culto Casero
Llegó el momento, tras más o menos 4 meses de silencio estabamos a punto de presenciar otra misa del culto. Sus fieles aguardaban impacientes pues el retraso era evidente por los diversos problemas técnicos que se presentaban (desde instrumentos que no sonaban, hasta un metrónomo bien hincha pelotas). Pero una vez que subió el "celebrante" Franco Ocampo al escenario, era el ahora o nunca. Sonaron los acordes de "Gotero" el último, o mejor dicho penúltimo hit de la banda y el jolgorio que duraría 60 minutos ininterrumpidamente estalló.
Canción a canción era estar diciendo "qué grandes son c@rajo". Un orgullo para el país que exista una agrupación moderna con tantos temas enormes como ellos lo tienen. Hasta se dan el lujo de hacer un mix total de sus dos álbumes en su setlist, sumarle sencillos y temas nuevos sin que se note una diferencia.
El siguiente tema en sonar fue "Nubes Negras" de su debut con toda la fuerza guitarrera que lo caracteriza. Le siguió un temazo aún inédito que ya nos urge que salga, "Super Lejos" un sensacional punk grunge con pinta de hitazo. También hubo espacio para los singles sueltos "Animal" y "Humedad" desatando este último una fiesta que ya se hacía incontrolable.
Impusieron calma la preciosa "Aregua" y la etérea "Agosto" que acompañadas por el coro del público dió como resultado momentos muy emotivos. Pero la apuesta se redobló cuando inmediatamente emergió "Ruido Blanco" y la gente la cantó como si la vida dependiera de ello.
Para esas horas, ya se había cumplido 1 día del estreno del nuevo hit del Culto Casero "Te Quiero", pero la gente ya fue toda preparada para corearla cuando la interpretaron. De hecho, Franco soltaría una sonrisa cómplice cuando un fan cantara incluso una parte antes que él. Fue increíble.
"Cementerio" fue magia shoegaze a la máxima potencia, pero el que de verdad poseyó al público fue "Rompecabezas" esa obra maestra de dos partes de Domar Serpientes que nos hizo pasar de la melancolía al éxtasis en un segundo. Era imposible no bailarla así que tuve que cortar el video para sumarme.
La vara estaba altísima, hasta ese punto el show ya era sublime. Pero faltaba ella, unas mejores canciones nacionales de los últimos tiempos y el himno del grupo: "Una Ciudad". Para ello, Ocampo llamó a Dromedarios Mágicos para sumarse a lo que es la versión paraguaya del "pogo más grande del mundo" y tras una expectación inicial la fiera se desató...
¡Pero qué gran experiencia! Son situaciones como esta las que nos hace dar cuenta que en verdad estamos en el mejor momento de la música nacional y no es hablar por hablar. Tras una ya acostumbrada despedida falsa, el grupo volvió para tocar "Paracaídas" y nuevamente el ritual de choque de cuerpos se hizo presente. Al finalizar, el grupo se fue ovacionado como lo merecía.
Una vez acabado la misa, las 3 AM para ser exactos, nos retiramos en son de paz no sin antes compartir un rato con protagonistas. En eso, conversando con miembros de The Crayolas y El Culto Casero, Ale, bajista de estos últimos lanzaría esta frase que me dejó pensando: "Nosotros hacemos música, tocamos y después somos todos loperro"... ...Creo que no hay frase que describa mejor todo lo que estamos viviendo con en el ecosistema musical nacional actual que esa, definitivamente.