YE: I HATE BEING BI-POLAR, IT'S AWESOME - KANYE WEST (USA)

"Creo que esta es la parte en la que se supone que debo decir algo bueno para compensarlo, para que no salga mal. Pero a veces pienso cosas realmente malas, realmente, realmente, realmente cosas malas. Y es porque me amo mucho más de lo que te amo" (Kanye West, I Thought About Killing You)

Ahora sí que lo perdimos. Kanye ha hecho un disco malo, su peor trabajo desde que debutara en el 2004, un disco que ya no llega a borrar de nuestra mente todas las estupideces que ha hecho en el año para promocionarlo, quizás porque éstas ya fueron consideradas imperdonables para nuestro inconsciente perjudicando al trabajo en sobre manera.

Ya en The Life Of Pablo (2016) pudimos notar que la cabeza del señor West estaba mal, mal, mal y un poco desordenada, es por eso que el mismo dándose cuenta de ello decidió tomarse un descanso refugiándose en las montañas de Wyoming buscando su rehabilitación. Lo que no sabíamos era que ese lugar sería la tumba del talento de Kanye, pues ahora nos queda sólo el imbécil de siempre, ese que hace bromas de mal gusto en Norteamérica e invade escenarios.

Este rapero, productor y empresario dentro de muy pronto cumplirá 41 años, está casado y tiene dos hijos y parece que se dio cuenta recién de esto último, ahora cuando ya ha hecho demasiadas cosas de las cuales sus hijos estarán avergonzados en el futuro, y ningún álbum confesional e íntimo como este que intenta mostrar los supuestos problemas que pasan por su mente del este hombre podrá remediarlos.

Sí, es un intento de "4:44" de Kanye West, un disco donde se vuelve a mostrar vulnerable (808s Heartbreak) pero sin dejar de lado los temas a los que ha estado implicado casi a propósito para promocionarlo como el affair con Trump o la bipolaridad que sufre según él, alegato expreso en todo el trabajo que suena más bien a una excusa que otra cosa. Otra de mal gusto, así como cuando dijo que la esclavitud de la comunidad negra fue “una elección” y quizo enmendar su error días después con una explicación que embarró aún más la situación.

Bien, para empezar a mandar a la hoguera este disco lo primero que hay que hacer es nomás mirar su portada, una fotografía sacada con el celular que parece una imitación del Everything Now de Arcade Fire. Claro, que más de uno habrá llamado al trabajo “Kanye en la montaña” cuando estaba en proceso de creación, pero lo que nos sorprende es que sea una caratula tan predecible y poco creativa que, ojo, no termina ahí porque para colmo en el centro con un color fosforescente tiene el descaro de exponer una odiosa frase justificativa a todo lo que hizo en su carrera: “Odio ser bipolar, es increíble”. “Sí.. tú… ádale”.

En cuanto a lo musical, lo que nos atañe, se me viene a la mente el skit del disco anterior que decía “I miss the old Kanye”; el tipo extrañaba sus viejos sonidos, tanto que no tuvo otra mejor idea que juntarlos todos (La simpatía College Dropout, la elegancia de Late Registration, Los himnos de Graduation, la sensibilidad de 808s & Heartbreak, la majestuosidad de MBDTF, la experimentación de Yeezus y el caos de TLOP) para su nuevo material que titularía como el apócope de su apodo: “Ye”. Un disco sin muchos esfuerzos, sin la genialidad con la que nos tenía mal acostumbrados, sin un nuevo giro importante para la música pop de nuestro tiempo, que se escucha como si lamentablemente el el señor West se haya quedado por fin sin ideas, como si el momento de su decadencia haya llegado luego de 15 años de una discografía intachable.

Con 7 canciones que no son ni la sombra de las mejores de su carrera “Ye” se aleja del hip hop y la moda del trap para mostrarnos nuevamente que él es más que solo eso, es un músico y un compositor que aquí abrasa los viejos sonidos del gospel, el R&B y a su más grande amor, el soul, pero sin olvidar el toque moderno de electrónica, samples esporádicos y la colaboraciones estelares que tanto han sumado a sus trabajos con el correr de los años, En esta ocasión  parece como si haya invitado a sólo sus amigos más cercanos, aquellos que siempre lo apoyaron, o bueno… ¿creen que debemos suponer que ya nadie lejos de ese círculo quiere estar en un disco con el luego que apoyó a Trump? Francis and the Lights parece que sí se animó, notándose su producción desde la primera pista.

El disco se abre con “I Thought About Killing You” donde antes de que empiece cualquier canción, sobre una base espiritual aparece Kanye para hablarnos sobre temas que han rondado a su atormentada cabeza mientras se alojó en las montañas, el suicidio y el amor. Mientras lo escuchamos podemos notar que su voz va cambiando y volviendo en sí, haciendo alusión a la bipolaridad que sufre. Luego la pista se vuelve más agresiva cuando empieza a tratar sus problemas mentales, pero sin mostrarnos nada memorable en el trayecto que duró 4 minutos y medio. “Yikes” es su continuación, un tema sobre la adicción a las drogas, las causantes (según él) de este desorden mental y en donde también se da la oportunidad de hacer una referencia al #metoo. Su base es la que más te entra a primeras del conjunto, pero no es otra cosa que un increíble más de lo mismo, suena a un descarte de The Life of Pablo para ser sinceros. Y los gritos del final... qué desagradables, lejos de aquellos de “I’m A God”.

“All Mine” y su intro de coro de iglesia que nos recuerda a la reciente boda real vuelve a hacernos parar la oreja pero sólo hasta los instantes que notamos que la canción nos habla de una infidelidad, para colmo de la pareja de una de las hermanas Kardashian, osea decepción total. Luego para rematar aparece el caso Donald Trump-Stormy Daniels del que ya nadie quiere saber (o quizo saber en su momento). Igualmente, destacable lo que hace el rapero Valee en esta canción, el primero de los nuevos talentos de GOOD Music que hace su aparición.

El tema central del trabajo y de lo mejor que encontramos entre el montón de descartes es “Wouldn’t Leave” con una intro vocal de PARTYNEXTDOOR (¿o Young Thug?) que llega a sensibilizarnos de verdad. Un R&B agradable, parecido a lo que hace comúnmente Chance The Rapper, nada más que en este tema lastimosamente se puede percibir un poco de hipocresía por parte del rapero que habla de su asunto con la esclavitud y nuevamente su problema mental. “No Mistakes”, la que le sigue, es un repetitivo gospel en compañía de Charlie Wilson, ese vozarrón que siempre lo acompaña en estas ocaciones y el otro que también está es Kid Cudi que, atención, puede que este tema sea un avance de lo que planeen junsto estos artistas para el siguiente GOOD Friday.

Seguido de un sample de Shirley Ann Lee “Gosh Town” arremete con todo su poderío soul-gospel-rock en las cuerdas vocales del siempre bueno de John Legend que hace lo justo y necesario terminando por sonar magnifico. Le sigue nuevamente Kid Cudi hablando esta vez claramente por West: “He estado tratando de hacer que me ames, pero todo lo que intento solo te lleva más lejos de mí”. El tema sigue siendo el mismo por unos minutos hasta que llega la nueva estrella de la compañía 070 Shake para cerrar de manera auténtica la eufórica composición que por cierto posee la colaboración de Kevin Parker (aunque este se haya enterado recien que Kanye no le avisó).

El disco de un poco más de 20 minutos termina con “Violent Crimes” devolviendonos algo de calma necesaria a través de la voz de 070 Shake. La canción que por momentos suena a una de Charly García en sus mejores momentos trata sobre un reconocimiento de la realidad por parte del propio artista, que se siente orgulloso de estar casado con una esposa a quien ama y de tener dos hijos con quienes quiere pasar los mejores momentos juntos. No pierde su sentido del humor chabacano ni por nada pese a la sensibilidad que desea transmitir durante su minutaje, alegando que ama los pechos de su mujer porque éstos le demostraron que sí puede estar concentrado en dos cosas al mismo tiempo, o como cuando ruega que su hija en el futuro tenga tenga igual a su cuerpo y no al de su madre, para así no ser acosada en internet. Es un buen final que no podía cerrarse de otra manera que con Nicki Minaj, otra quien le debe a Kanye lo obtenido en su carrera que aquí nos envía un audio de Whatsapp.

Como bien dije al principio, Ye es el peor disco de Kanye West y es malo, pero malo para el historial que este tenía, porque si lo escuchamos detenidamente es un proyecto de 7 pistas decente que cualquier artista hubiera querido componer (al llegar a los 40 años). Sin embargo pese a lo bueno que puede ser, se le resta unos puntos por lo hipócrita que suena, ya no es fácil separar al personaje que vende al público con el genio detrás de la producción, el disco mismo trata los temas polémicos en los que el mismo se involucró y trata de ser unas disculpas que ya no aceptaremos como los otras que si lo hicimos solo fue por su grandeza.

Ahora Kanye sólo parece un señor inmaduro al que le afectó la muerte de su madre, uno que se quiere meter en problemas con todos y eso le ha afectado también en lo musical cuando antes lo potenciaba. Eso sí, todavía es temprano para para colgar los botines anticipadamente, hay más Kanye para este junio y la esperanza de que solucione este error y los que ya ha cometido siguen intactos. Veremos si este tropezón es una caída hacia el final de su carrera, o solo eso, un tropezón.




Puntaje del disco



1. I Thought About Killing You (6,5)
2. Yikes (7)
3. All Mine [feat. Valee & Ty Dolla $ign] (7)
4. Wouldn't Leave [feat. PARTYNEXTDOOR & Jeremith] (8)
5. No Mistakes [feat. Charlie Wilson & Kid Cudi] (6,5)
6. Ghost Town [Feat. John Legend, Kid Cudi & 070 Shake] (7)
7. Violent Crimes [feat. 070 Shake, Ty Dolla $ign & Nicki Minaj] (7)

Especial: Escucharlo sólo una vez y luego olvidarlo



Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto