"Abajo bajo las cenizas y la piedra, seguro de lo que he vivido y he conocido. Te veo tan incómodamente solo, desearía poder mostrarte cuánto has crecido". (Sharon Van Etten, Seventeen).
El nuevo disco de Sharon Van Etten es un grower total. Tras la inmediatez que tenía su anterior "Are We There" uno no se esperaba un cambio así, es por eso que la escucha para el trabajo es la más dura de su discografía hasta ahora. Pero vale la pena, porque sólo así te entraran estas 10 canciones.
Es también el álbum más intimo que ha hecho, o que se siente así, empezando por la portada que nos muestra una fotografía captada por el celular a las hijas de la artista en medio de un desorden hogareño y pasando por las letras que recuerdan momentos pasados de la misma.
Otro aspecto a resaltar, en la parte musical, es la forma de composición del disco que se deshace prácticamente de la guitarra (instrumento muy presente en sus obras pasadas) para crear atmósferas luminosas con los sintetizadores, algo que en ciertos momentos tiende a recordar a las influencias marcadas que tiene el disco (Que por misma confesión de la artista van de Portishead, Patti Smith o Nick Cave)
"I Told You Everything" da inicio a la obra con un piano que va anunciando un baladón, algo que es efectivamente así, uno en el que dos personas amadas son los únicos protagonistas y Sharon la única de ellas que va expresando su sentir sobre la situación, del cual nosotros somos espectadores.
En "No One's Easy To Love" las percusiones que parecen programadas hacen que la canción sea más alegre aunque trate sobre del desamor y su estribillo acompañado por los teclados resulta en algo mágico. Mientras tanto, la enorme "Memorial Day" con un hook tarareante y oscuridad (cuando no) muy a lo Beth Gibbons resulta hipnotizante.
Con "Comeback Kid" vuelve la euforia haciéndonos dudar si lo he estamos escuchando es a St. Vincent o a la de Nueva Jersey y con, otra vez, un estribillo que entra luego de apreciaciones reiteradas. "Jupiter 4" sin embargo nos vuelve a llevar a ese otro polo más reposado y misterioso, un tema que según Van Etten pudo crearse gracias a la ayuda del actor Michael Cera y su sintetizador.
Y Seventeen como ya todos lo saben es el temazo que se encuentra en el disco, que en su momento me decepcionó cuando salió como single pues porque el anterior disco tenía hitazos y me esperaba algo así, pero esta composición me fue ganando con el tiempo hasta llegar el momento de escucharlo dentro del disco y... sí fue genial. Me encanta como va creciendo, su tema central de la adolescencia que nos trasporta de manera nostálgica, su aire Bruce Springsteen y como se rompe al final.
"Malibu" es una gran canción de amor, lenta a piano, con armonías ensoñadoras y un excelente verso dedicado a los Black Crowes y por otro lado "You Shadow" es un agradable pop en donde la cantante da consejos a un hombre sobre como debe hacer para conquistarla.
"Hands" recuerda a los himnos rockeros que teníamos a mediados de los 2000's que sonaban enormes y nos daban la vida y el cierre del álbum "Stay" nos lleva a donde empezamos nuevamente, con un piano y una atmósfera pacifica trip hopera para hablar de lo bello que es el amor de madre.
"Remind Me Tomorrow" es hasta ahora el mejor disco de la compositora ¿por qué? es el que mejor suena en conjunto, aquí todo es uno solo no como antes en donde las canciones parecían ser todas sueltas. No hay mucho riesgo pero si mucha pasión e intimismo musical y además al escucharlo se siente como la artista de verdad puso todo su empeño para que este sea "su disco".
Nada más que decir, Sharon Van Etten ha hecho uno de los mejores discos de este primer mes y termina como una de las grandes cantautoras de la década.
Puntaje del disco
1. I Told You Everything (8)
2. No One's Easy to Love (8)
3. Memorial Day (9)
4. Comeback Kid (8,5)
5. Jupiter 4 (9)
6. Seventeen (9,5)
7. Malibu (8)
8. You Shadow (8)
9. Hands (7,5)
10. Stay (8)
Especial para: Recordar el pasado, tus vivencias pasadas
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