Passiflorx : Crónica de Un Passiversario

Póster de evento en The Jam

Passiflorx celebró el aniversario de su primer y aclamado álbum como aquellas fiestas de cumpleaños de nuestra infancia. Esos acontecimientos solían ser un acto generoso en donde los invitados eran agasajados con el único fin de compartir con el afortunado niño o niña en su momento especial.

El concierto que dió el grupo asunceno en la noche del viernes y madrugada del sábado en The Jam fue un acto similar, una fiesta de una comunión de artistas nacionales que se sumaron para celebrar el "primer añito" de un disco que tocó nuestros corazones el año pasado, así como para regocijar a un grupo que sin tener aún la popularidad que su talento merece, pudo disfrutar de una alta demostración de cariño, el regalo más preciado que puede recibir cualquier artista.

Fue mi primera experiencia en vivo con la banda, así que puede que el hype se salga con la suya, pero tal vez este haya sido uno de los shows más completos que uno puede esperar de una banda nacional en la actualidad y que demuestra el por qué Passiflorx es la respuesta a la pregunta de cuál es el mejor grupo paraguayo del momento.

Por supuesto, la responsabilidad de semejante acto musical no fue exclusividad de ellos, la conformación básica de la banda con Paty Latorre en vocales, Lucero Sarambi en bajo, Ángel Crosa en guitarra y Diego Peña en batería, pues hay que recordar que el cuarteto suma a 2 valores más para las presentaciones en vivo como lo son Adrianjosama en teclados y Sofia Ferrari en coros ofreciendo más alternativas sonoras al espectáculo, e incluse no permitieron que se pierda la "passiparty" Chugo Lafuente (Fuzzkrank) quien había grabado los bajos que se escuchan en el álbum "Mercurio Vivo".

Y ni hablar si sumamos las colaboraciones estelares que engalanaron la noche, todo un lujo para cualquier amante de la música que aprecia el talento de nuestro país. ¿Habrá acaso otra oportunidad de ver a un hombre con la trayectoria de Chirola Ruiz Diaz en el mismo escenario que un artista emergente como Maxraro? ¿Puede ofrecer un show tanta variedad trayendo gente del jazz (Mar Perez, Dianita Quiñones) el hip hop (Kuña Street) el nuevo folclor (Purahéi Soul) o el rock de cantautor (Stefy Ramirez) en un mismo lugar? Por el bien de todos, esperemos que sí.

Espejos, planteras e incienso ponían ambiente al escenario que sería protagonista del colosal sonido que Passiflorx nos tiene a acostumbrados y que como no podía ser de otra forma abrirían su show con "Parte" la apertura de su LP que dió una vuelta al sol esa madrugada. Los inconvenientes técnicos del inicio no permitieron que la magia se rompiera y la canción agarró vuelo con los segundos.

Al culminar, en una versión alternativa al interludio se sumó Maxraro, su también telonero, roadie y maestro de ceremonia de imprevisto, que añadió un enérgico freestyle mientras el grupo jugaba de fondo con Paranoid Android (las comparaciones con Radiohead tuvieron su efecto) y el Post-Punk.

Por si no fuera suficiente, Passiflorx aprovechó la noche para presentarnos nuevas canciones que evidencian que "Mercurio Vivo" no fue el resultado de la casualidad. Todas ellas pintan un futuro en donde la exploración de nuevos sonidos pueda ser una de las claves de la agrupación.

Para el dúo "Pedazo de Luna/Ausencia" invitaron a Mar Perez y Dianita Quiñones. En la primera "los Passi" contaron con su tradicional estilo folk pero ganando en potencia con los instrumentos de viento. Luego se hizo presente una de los tantas dinámicas con el público que siempre se mostró participativo, esta vez solo estaba la trompeta de Mar y la promesa de la vuelta de Quiñones.

Pese a que se hayan publicado oficialmente hace un año, los ya clásicos del grupo se hicieron se hicieron sentir. "Mil Vidas" la nostálgica balada 6x8 como era de esperarse tocó el cielo para luego bajar a la tierra con un breve discurso reflexivo de Paty sobre el tema. Otra amiga del grupo como Dahia Valenzuela trajo su guitarra para la experimental "Jardin" ampliando las capas de sonidos de la misma.

Los momentos emotivos tampoco faltaron. La melancólica y consciente "Marte" fue dedicada a la memoria de Nina culminando con un sentido solo de guitarra de Ángel, mientras que en "Color" se sumó Chugo por su reivindicación, con su bajo y arco de violín. El "Sol" la invitada no fue otra que Stefy Ramirez cuya potencia vocal encajó perfecto en esta canción para más tarde culminar en un abrazo casi entre lágrimas entre ambas cantantes sobre el escenario.

Por otro lado resultaron cómicas las trivias antes de cada canción, con las cuales la conexión público-artista se iba reforzando. Tras una de ellas subió al escenario Paola Valenzuela con su flauta, dándole un toque mágico y medieval a la sensacional "Espejo". Más tarde se sellaría el retorno de Dianita en la ensoñadora bossanova "Amor Amargo" y en "Puerta", dos de las prometedoras nuevas canciones que mostraron la versatilidad de Diego en las percusiones, que parecía como escondido en el fondo pero siempre se sentía presente con su batería.

Las colabaraciones de renombre internacional tuvieron su momento en la última parte. El popular dúo de Hicks y Narváez prestó su talento para el clásico "Jacarandá" con la presencia del mismísimo Jack Aranda (protagonista del video oficial del tema) sobre el escenario. Más tarde sería Chirola quien honrara con su visita para primero cantar a dúo con la hoy pelicorta Lucero, y luego desatar la fiesta contenida en el público con "El color del cielo". Para el siguiente tema "El agua es de los seres que la habitan" fueron Paty y Chiro los amos del escenario.

El final se sentía inevitable pero la gente pedía más. Mandio y su excéntrica personalidad complacieron el pedido con la rockera "Tzunami" que haciendo honor a su título, desató el pogo en el público. Por suerte, mi celular que seguía grabando, se mantuvo con vida de milagro para capturar el cierre definitivo.

Este se dió con las Kuña Street como protagonistas remixando el tema "Mercurio" con un rap tremendo que creció hasta subir a lo más alto. Una vez que la típica sección final de los conciertos se hizo presente (la batería y guitarra despidiéndose) el público agradeció por semejante espectáculo coreando un "Olé olé olé Passi Passi" hasta llegado el momento de agradecimientos por parte de los 6 distinguidos sobre el escenario.

Así se vivió un recital que para los presentes quedará marcado como uno de los momentos inolvidables que nos dió la nueva escena musical de nuestro país. Un grupo alternativo y autosustentable tocando con amigos en un histórico espacio cultural frente a menos de 500 personas, regalándonos ellos en su cumpleaños su música tan fascinante.

Decía una cita que "un gran concierto puede cambiar al mundo", este fue uno de los casos; lo cambió para todos los presentes arriba y debajo del escenario. Fue una celebración total a música nacional.

Como anécdota personal, fue la primera que vi a la banda en vivo, aunque siento envidia por mi amigo Ariel González (sí, aquel que no paraba de tirar comentarios y pedir los insta de las minitas y minitos durante el show era él) a quien invité exclusicamente para que conozca la banda sin saber nada previamente de ellos. Haber vivido la experiencia como una verdadera primera vez y haberse retirado del recinto luego de ser "desflorado" por Passiflorx debió ser algo alucinante.

Estas fueron mis sensaciones en el cumple del primer retoño de Passiflorx, un hijo que, por lo que se pudo vivir en esa noche y madrugada, nos obliga a preguntarle ahora a sus progenitores: ¿Para cuando el hermanito?

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