ÁLBUMES 2017: THE OOZ - KING KRULE (Reino Unido)

"Deslizando entre suciedad a solas pero rodeado. Un nuevo lugar en el que ahogarse. A seis pies bajo la luna. Se levantó un chupa sangre. Pintaba objetos en negro y azul con proyecciones de si mismo. Siempre fue sobre él mismo. Se sacude los adentros se le tuercen las tripas. Se sienta en la humareda y piensa en ella.
Tú y yo contra esta ciudad de parásitos. Parásito, Paraíso, Parásito, Paraíso". (Novia o musa española de King Krule en Bermondsey Bosom (Left)).

Hace no mucho salía la noticia de que actualmente los “colorados” conocidos  comúnmente como pelirrojos lograron tener más sexo que nunca gracias a la popularidad que el artista Ed Sheeran tenía con las chicas (y vaya que no estamos hablando de alguien apuesto).

Esto entonces confirma que los de cabello color rojizo están de moda, sí, moda, una palabra que de seguro no le gustaría para nada o por lo menos no es lo que persigue el personaje que nos compete en este momento: Archy Marshall más conocido como King Krule.

Aquel frio jovencito fumador que se erigió tempranamente como uno de los futuros genios en proceso de la música el cual ahora al sobrepasar los 20 parece ser que su “poder colorado” ha hecho efecto en dos de los sentidos.

Primero, nuestro niño que debutaba allá por el 2013 con "6 Feet Beneath The Moon" hoy esta enamorado y de una española a quien conoció en Barcelona, e imagino que ella también quedo encandilada por sus rizos color fuego. Esto nos lleva a lo segundo, pues gracias a esta mujer Krule que parecía estar con falto de inspiración volvió a tener nuevas ideas sobre el mundo (de su mente y el que le reodea) y motivos buenos para escribir canciones, sus mejores canciones hasta la fecha.

Así nació "The Ooz", el nuevo disco de Marshall que habla entre otros temas de las cosas que hacemos subconscientemente como de nuevo sobre las inseguridades, obsesiones y sentimientos propios del artista casi exclusivamente medio de poemas cantados. Si pensaban que encontrarían canciones de amor dedicada a su nueva acompañante estan equivocados, esto es King Krule.

Si su primer disco fue más punk y su segundo mas hip hop, ahora The Ooz tiene una atmósfera incomparable a cualquier otra obra que alla hecho (y a los que se ha hecho en 2017), mezclando el jazz (gracias a conocer a un saxofonista argentino) con soul, siempre en un ambiente oscuro y desolador. A mi parecer es como si Blonde de Frank Ocean y Blackstar de David Bowie se hayan fusionado con su  A New Place 2 Down. El resultado, 19 pistas que no se hacen para nada pesadas, en donde hay tanto música de ascensor, experimental como ritmos más festivos.

Una guitarra misteriosa abre “Biscuit Town” con una base medio trapera que nos adentra al universo de Archy. Una intro que claramente te advierte “este disco esta muy bueno, sigue escuchando...”. La voz de Krule se nota más tranquila que de costumbre pero como siempre reconocible a primera escucha.

"The Locomotive" sigue comandado por una satánica guitarra que se toma varios descansos pero cuando de repente le toca actuar esta lo hace con agresividad. Ella nos habla del “tren de la muerte” que supuestamente el artista espera con dolor desde hace tiempo.

El primer temazo aparece en la tercera pista, “Dum Surfer” un ritmo de percusiones potentes que parece darnos un paseo violento por los lugares más tenebrosos del planeta, mientras nuestro artista canta sobre accidentes de coche con un acento casi árabe, de por cierto genial video. Candidata a cancion del año.

"Slush Puppy" en cambio es un tema Soul/R&B acústico con la colaboración de la artista Okay Kaya que posee una voz tan particular, tanto que parece que escuchamos a Nina Simone haciendo bajos, pero se trata de una joven  y escuálida chica blanca. Otro de los puntos altos que nos envuelve en un poderoso dúo que termina de manera excepcional.

A continuación nos encontramos con el primer interludio “Bermondsey Bosom (Left)", el poema principal del disco que aquí una mujer (presumiblemente la novia de Krule) la recita en español (Hay un auge de este idioma en los interludios de artistas anglosajones) que luego será repetida pero en ingles. En él aparte de mencionar los títulos de sus discos previos nos señala claramente como esta singular relación ve o se desenvuelve en el (y con) mundo exterior: “Tu y yo en esta ciudad de parásitos, parásitos, paraíso”. La frase de amor darky del año.

Con "Logos" nos subimos  al ascensor en un instrumental TylertheCreatoresco que es sencillamente una cosa de locos como avanza, añadiendo un detalle por aquí y por acá, dando resalte al saxofón (el artista rioplatense que le sedució tocaba este instrumento) que si no te remite al Blackstar lo hace al To Pimp A Butterfly. Al decir verdad este instrumento de viento aparece en gran cantidad a lo largo del álbum (es el que le da el toque especial a Dum Surfer) siendo quizás la materia prima principal del nuevo sonido que quizo crear Marsharll con este disco. Le sigue "Sublunary" otra especie de interludio excitante juntando tanta cosa en 2 minutos.

Hay espacio para el Blues Jazzy en buena la balada "Lonely Blue" (Que destaca por la forma de interpretarla del pelirrojo) y para la experimentación en "Cadet Limbo" donde un piano y un saxo nos transporta hacia los suburbios lugar donde encontramos un bar de música jazz.

Un riff de guitarra punky de comercial de calzados nos trae por primera vez un tema guitarrero, "Emergency Blimp":, que si hubiera sido single en los noventas hoy estuviéramos hablando de un clásico. Nada como el buen rock britanico, hoy escazo de artistas que lo hagan como se debe.

Al terminar la pista anterior repentinamente nos encontramos con el single principal del disco “Czech One” en donde Archy parece jugar a ser Leonard Cohen (esa forma de recitar y ese fondo bien tranquilo). Sigue presente el mood jazz que caracteriza el disco en una pista que al finalizar demuestra una belleza instrumental única desvaneciéndose con la voz robótica del compositor inglés.

En "A Slide In (New Drugs)" Krule se acompaña únicamente de una guitarra hasta que desde el fondo llegan varias distorsiones como almas en pena para devorar la canción de un solo bocado y para que asi pueda llegar ante nuestros oídos la divertida y bailonga “Vidual” un himno sobre no confiar en nadie con base cuasireggaetonera y loca que te saca una sonrisa entre tanta tensión en el álbum.

Llega el momento de “Bermondsey Bosom (Right)” donde el padre del artista (otro inspirador del disco) recita la versión en ingles del poema que esta al inicio de esta reseña, que esta vez sirve como descanso entre dos aplanadoras musicales, porque a ésta misma le sigue el otro sencillo, “Half Man Half Shark” nuevamente un tema festivo que nos demuestra ya llegando a la pista 15, que estamos frente a un genio que no tiene complejos para nada en la música (recientemente en una entrevista con Pitchfork confesó que le gustaba un disco de Justin Timberlake por ejemplo).

En "The Cadet Leaps" inicia otro disco, pues las cuatro pistas restantes aunque  siguen la temática sonora no así respiran el mismo aire, aquí hay más espacio para la experimentación y quizás improvisaciones. Esta pista misma hasta el minuto 2:30 parece ser un instrumental pero luego entra la voz grave de Krule a traer un poco de "luminosidad" hasta que la lluvia (gran protagonista de esta última parte) diga basta.

"The Ooz", la que da nombre al disco, con una guitarra “Radiohead de Ok Computer” y la voz de una mujer hablando en inglés (¿su chica?) nos hace flotar en un jazzy tema que si no recuerda a la banda de Thom Yorke puede recordarte a la segunda parte de My Woman de Angel Olsen. Ah!, me falto agregar esto, es una pista sublime.

“Midnigth 01" continúa con la guitarra slide, los golpes de platillos saltarines y la lluvia. Parece ser que la intensidad ha bajado pero es normal pues estamos acabando con el disco. Como broche de oro está "La Lune", un hermoso acústico donde por momentos canta como Mac DeMarco acompañado por su guitarra ensoñadora  (¿El recientemente reseñado Luca Bocci no te viene también a la mente?) que se desvanece entre gotas que caen del cielo y relámpagos.

No hay dudas, The Ozz es el mejor disco de King Krule, mas variado, más desgarrador, más cerebral mas sentimental, más accesible y más redondo. Algunas de sus mejores canciones están aquí y quizás su futuro gran clásico también.

Un ex niño prodigio que en vez de que este concepto lo afecte, lo motivo a ir en ascenso y se puede decir que hoy llego a su tope hasta el momento, justo cuando los pelirrojos están de moda. Pero eso a el no le importa, ya que para el todos somos parásitos.

La pregunta del millon ahora midmo es ¿Qué le falta a Archy Marshall por mostrarnos en el futuro si con este discazo ya lo ha hecho todo? Estoy seguro que nos volverá a sorprender...


Puntaje del disco

1. Biscuit Town (9)
2. The Locomotive (9)
3. Dum Surfer (10)
4. Slush Puppy (8,5)
5. Bermondsey Bosom [Left] (-)
6. Logos (9)
7. Sublunary (-)
8. Lonely Blue (8)
9. Cadet Limbo (8)
10.  Emergency Blimp (8,5)
11.  Czech One (9,5)
12.  A Slide In (New Drugs) (8)
13.  Vidual (9)
14.  Bermondsey Bosom [Right] (-)
15.  Half Man Half Shark (9)
16.  The Cadet Leaps (8)
17.  The OOZ (9)
18.  Midnight 01 [Deep Sea Diver] (7,5)
19.  La Lune (8,5)

Especial para: Un día tranquilo con lluvia (y sin luz) / Cuando estas enamorado pero eres una persona fría o te importa un comino el mundo.



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