“Todo lo que necesito es un poco de tiempo, para ponerme
detrás de este sol y arrojar mi peso. Todo lo que necesito es una paz de esta
mente, entonces allí celebraré. En general hay algo para dar, en general hay
algo que hacer, en general hay algo para vivir, contigo” (Beth Hirsch, All I
Need)
¡Pon fin terminó enero! Bueno… todavía no, pero ya estamos
cerca, a pocas horas. Este mes también caracterizado por ser más bien tibio en
cuanto a lanzamientos musicales nuevos (Nuestros músicos merecen descansar) ha
pasado como de costumbre sin muchas novedades, pero las que hubieron fueron
bastante estimulantes.
Sin embargo, lo que había pasado por alto hasta hoy
injustamente es que entre las celebraciones además del cumpleaños número 68 de
Spinetta tuvimos en estos 31 días otro cumpleaños bien importante, no de una
persona sino de un disco, qué digo disco, un discazo.
Les estoy hablando de “Moon Safari,” el disco debut del dúo
francés de música electrónica Air (por poco creyeron que se me saldría Daft
Punk ¿no?) pero éste, hay que aclararlo, más que un disco de electrónica es uno
de ambient y downtempo (que para mí suena a un “pop espacial”), uno muy bueno y
adictivo.
Estos dos compañeros de universidad, de seguro amantes del
cine y la música de los 60’s para abajo (por lo que oímos) en 1998 nos
entregaron un trabajo que si bien en su momento no parecía adelantado a su
tiempo hoy suena tan actual y sofisticado.
Muchos al escuchar la
palabra “ambient” inmediatamente ya piensan que se toparan con un disco netamente
instrumental al mas estilo de Brian Eno, me complace decirles y adelantarles
que si eso piensan ahora están en un craso error. Moon Safari tiene varias
partes vocales y muy buenas a cargo de dos protagonistas, la primera es Beth
Hirsch, una cantante estadounidense en ascenso en ese tiempo y el otro
protagonista un adorable un robot vocoderizado.
Es de esos discos que ni bien lo reproduces ya te transporta
al mundo que ellos mismos pretenden enviarnos, quizás uno de clima lluvioso,
como el que abre su primera pista “La Femme D’Argent”, con un compás de bongos
y bajos sensuales que nos remiten en seguida a los primeros Massive Attack. Un
solo de órgano recorre toda la pista mientras nosotros empezamos a despegar, le
siguen unas palmadas y una pandereta cuando la velocidad aumenta y aumenta
hasta llegar a la estratosfera en el minuto 7. Guau fue un viaje magnifico,
pero apenas estamos comenzando.
Luego tenemos a la buenrollista (palabra que ya se me pegó
de tantos medios musicales) “Sexy Boy” esa típica canción con la cual
posiblemente sea la primera vez que tienes contacto pero piensas que ya la escuchaste
antes en algún lado, a eso lo llamo “engañar al cerebro”. Con líneas en inglés
y francés esta pieza que se convirtió en su gran hit (hasta hay un cover de Franz Ferdinad) es una perfecta fusión de
lo que en ese tiempo estaba de moda, hacer música electrónica que suene a rock,
en este caso uno que funcione como somnífero.
A continuación tenemos a la más sexy aún y hasta erótica (ya
se lo que están pensando) “All I Need”. De fondo, una suave guitarra con un
arpegio campestre, y de frente, la voz de Beth que pese a ser bien blanca canta
al más puro estilo R&B (No sé si esos efectos agudos que nos van
sorprendiendo son unos sintetizadores o la voz Mariah Careysca de ésta mujer)
Es perfectamente sensual y al igual que perfectamente para tomarse un buen
baño… quizás acompañado.
Con una producción bien 2017 ya suena “Kelly, Wach The
Stars” un pop marchante de efectos espaciales. Se trata de otro gran viaje por
la vía láctea que no destacalo suficiente pero tampoco hace decaer al trabajo.
Tiene un toque de The Who.
En la pista numero 5 hay claro un quiebre, prácticamente
comienza otro álbum. Y perdón si exagero, pero estamos hablando de una de las
mejores segundas partes de un LP de todos los tiempos al nivel del Abbey Road
de The Beatles y el Doolittle de Pixies (sí, lo hice). Aquí todo empieza a ser
belleza, se desecha los ritmos más machacones para ir por el camino de la magia
de las cuerdas y los paisajes que se van pintando.
Funciona como intro “Talisman” una especie de homenaje a la
música de Isaac Hayes que resulta magnifico desde el in crescendo inicial hasta
su descenso. Por momentos también me hace recordar a las cuerdas de Michael
Kamen, el que colaborara con Metallica el año después. No hay mucho que
describir, sólo escuchar.
Luego, un androide enamorado (Los millenials de seguro
pensaran que se trata de Julian Casablancas) encima un sample de batería de The
Beach Boys empieza a cantarnos sobre lo mucho que extraña a alguien, o a algo
en “Remember”. Aparecen cuerdas francesas clichés por aquí y efectos
astronáuticos por acá, bastante entretenida y de deliciosa melodía. Atención al
sonido bien beat de sus minutos finales
“You Make It Easy” con planeadores sobrevolando desde su
inicio es la típica música de ascensor en donde nos volvemos a encontrar con
nuestra nueva enamorada, Beth. Otra hermosa canción con arreglos que nos hacen
sobrevolar los cielos. “Ce Martin La” por su nombre ya lo dice todo, se trata
un exuberante instrumental que parece sacada de una película francesa que trate
sobre temas de superación personal. Existen varios guiños aquí a la música de Burt
Bacharach (las trompetas con sordinas, las cuerdas) y por qué no a Serge Gainsbourg.
“New Star In The Sky (Chanson Pour Solar)” es otro excelente
tema ambient, las interpretaciones vocales están a cargo nuevamente por los
seres robóticos y la duración de esta ni se nota gracias a sus cambios de
armonía (5:40, la segunda más larga del conjunto). Sin entrar mucho rollo, la
paz que se siente escuchando esta pieza es inexplicable, si existe la música
medicinal esta debe ser una de ellas.
Vuelve a aparecer el espíritu romántico de Gainsbourg ya
para el cierre de este discazo, y vaya épico final, “Le voyage De Penelope” es
un monstruo sonoro en donde una trompeta y un solo de guitarra se confabulan
para ofrecernos una alta dosis de éxtasis. El paisaje que se pinta parece ser el
mismo que tuvimos al principio, uno de una noche de lluvia, en que volvemos a
aterrizar a la tierra luego 40 minutos de andar vagando por los aires.
“Moon Safari” la primera y todavía insuperable obra de este
dúo abrió puertas a que muchos también se jueguen por sacar belleza de la
música electrónica y que no solo ritmo.Era hacer lo mismo que Kraftwerk pero
sin el Krautrock, a cambio de ello le añadías melodías bien edulcoradas con
cuerdas y ya tenías un “easy listening” perfecto. Las baladas del Discovery de
Daft Punk por ejemplo, no hubieran existido sin este primer paso, que muchos
bautizaron como música Downtempo.
Puede parecer un poco “cheesy” por momentos, pero es toda
esa cursilería que desprende lo que la vuelve tan fácil de escuchar desde la
primera vez y que nunca pase de moda, tanto así que, a día de hoy, 20 años
después (que los cumplió el 16 de enero) siga siendo uno de nuestros discos
preferidos para una u otra situación especial.
En 1968, 1978, 1988, 1998 y 2008 tuvimos muchos discazos, y
este apenas es el primero que recordaremos juntos a lo largo del 2018, y que
mejor que empezar la misión volando, con Air su Moon Safari.
Puntaje del disco
1. La Femme D'Argent (8,5)
2. Sexy Boy (9)
3. All I Need (8,5)
4. Kelly Watch The
Stars (7,5)
5. Talisman (9)
6. Remember (8,5)
7. You Make It Easy (8,5)
8. Ce Matin-Là (8)
9. New Star In The
Sky (Chanson Pour Solal) (8,5)
10. Le Voyage de
Penelope (9)
Especial para: Obviamente, un día lluvioso o si tienes la posibilidad e volar en un aeroplano al atardecer